El peor momento de Scottie Scheffler en la tercera ronda del Masters de Augusta llegó en el hoyo 18. Falló su golpe de salida a la izquierda. Su bola se metió en los árboles, pero él tardó en darse cuenta de que aquello podría ser un problema gordo.
«Sí, vi que la bola salió por la izquierda, pero estaba tranquilo. No había escuchado nada y Ted (su caddie) tampoco había visto que hubiera tocado en una rama ni nada. Sin embargo, de pronto vi que el voluntario que lleva la bandera no encontraba la bola y entró en pánico. En ese momento me dije: oh, mierda», explica Scheffler.
El líder del Masters de Augusta con tres golpes de ventaja sobre Cameron Smith reconoce que ahí sí le subieron las pulsaciones. «Fue cuando vi su cara. Ahí fue donde el corazón se aceleró un poco, aunque cuando al fin la encontró rápidamente me tranquilicé», señala.
Scheffler pegó el golpe del día después de dropar. Fue un hierro 3, mucho cuidado. Chipeó desde fuera de green para salvar el par y finalmente hizo bogey. Un buen bogey. «Si hubiera tenido que pegar a la bola desde dentro del arbusto lo habría hecho, porque tenía algo de espacio, pero una vez allí tenía claro que lo mejor era dropar», explicó tras acabar su ronda.
Scheffler desveló también cómo va a pasar las horas previas a la vuelta más importante de su vida. El Número 1 del mundo desveló que es un fanático de la serie The Office. «A mi mujer no le gustaba mucho al principio, decía que eran muchas bobadas, pero a mí me encanta. No me podría quedar con un solo personaje porque me gustan todos. Me río mucho. Esta noche la veremos los dos juntos un rato antes de irme a la cama», apuntó.
Del mismo modo, Scottie le da mucho crédito de su buen hacer en Augusta a su caddie, Ted Scott, que ya ganó dos Masters de Augusta llevando la bolsa de Bubba Watson. «Es un gran caddie, muy trabajador, muy metódico y muy tranquilo. Me ayuda casi en cada golpe. Es una suerte poder trabajar con él», afirmó.
Scheffler admitió tras la ronda que ha tenido que ir modelando su carácter con el paso de los años. No siempre fue el tipo tranquilo y calmado que se ve ahora. «Para nada, tuve mis problemas en la universidad. Era más exaltado, pero con el tiempo he aprendido a controlarme y creo que es bueno», apunta. Del mismo modo, aclara algunas cosas que le enseñaron en la universidad sobre la gestión de la presión y las vueltas. «Recuerdo que mi entrenador hacía mucho hincapié en que había que jugar todos los golpes con la misma actitud. Me decía: seguro que si ese golpe fuera para ganar un torneo no lo habrías pegado de esa manera. Hay que estar concentrado en cada momento y en cada golpe», señaló.
Por último, en cuanto a su procedencia, explicó que «viví durante mis primeros cinco años en Nueva Jersey, por lo que entiendo que tienen el derecho a reclamar como suya mi victoria. Mi vida en Nueva Jersey era el patio trasero. Ahí pegaba ya algunas bolas», remató.
