Ted Scott y Bubba Watson pusieron fin a su relación de caddie y jugador en otoño del año pasado. Lo hicieron de mutuo acuerdo y de manera cordial. Habían permanecido juntos durante mucho tiempo y llegaba el momento de abrir nuevos horizontes.
Scott lo tenía clarísimo. Había decidido colgar para siempre la bolsa de palos y dedicarse a otras cosas. Concretamente, tenía en la cabeza abrir una academia de golf. Sus años de caddie habían terminado. Sin embargo, apenas unos días después de romper con Bubba le sonó el teléfono, al otro lado estaba Scottie Scheffler con una oferta de trabajo. «Quiero que te vengas conmigo», le dijo.
Scott lo pasó muy mal. No quería volver a trabajar, pero tampoco quería rechazar una propuesta de alguien como Scheffler sin al menos darle dos vueltas a la cabeza. Finalmente, decidió plantear el asunto a su familia. Les pidió que rezaran y le preguntaran a Dios sobre lo que debía hacer.
Su familia rezó durante una semana y después le dijo que aceptara la oferta de trabajo. Scott, muy religioso, seguía sin tenerlo claro y les pidió que rezaran durante una semana más. Pasaron los siete días y le dijeron que el ‘veredicto’ había sido el mismo. Debía trabajar con Scheffler.
«Yo no elegí estar con Scheffler, no es algo que estuvo en mi. mano. Lo decidieron por mí», aseguraba Scott ayer aún con la bandera y el mástil del hoyo 18 en la mano. La tradición señala que el caddie del campeón se lleva la bandera a su casa, pero Scott ayer estaba dispuesto a llevarse también el palo.
La decisión definitiva de empezar a trabajar con Scheffler la tomó después de varias charlas cara a cara. Lo que le terminó convenciendo es que descubrió a un jugador para quien el golf no era lo más importante ni lo único en la vida. Scheffler es también muy cristiano y religioso y le da una importancia muy grande a la familia. Puede entusiasmarse más con una partida de cartas o de juegos de mesa con los amigos que con el golf. Eso fue definitivo. Scott, que pensaba que nunca más iba a pisar el Augusta National, decidió que la jubilación podía esperar.
La experiencia de Scott en el Augusta National es inmensa. Ganó dos Masters con Bubba Watson, en 2012 y 2014, y Scheffler le ha dado todo el crédito esta semana. «Sabe todo lo que hay que conocer de este campo. Su experiencia es increíble. Confío muchísimo en todo lo que me dice y me ha ayudado casi en cada golpe», asegura el flamante campeón de la Chaqueta Verde.
Scott, sin embargo, se quita mérito, algo que por otro lado suelen hacer casi todos los caddies. «Yo no pego ningún golpe, todo lo hace él. Es al revés, yo me siento honrado de poder trabajar con un jugador y una persona como Scottie. Es alguien excepcional con sólo 25 años», señala.
Pese a la humildad de Scott, hay que decir que también conoce las mieles del éxito a título particular. Sin ir más lejos, fue campeón del mundo de futbolín, como lo leen, y además aprendió a tocar el piano en un tiempo récord y es hándicap 5 de golf. Es una persona que suele conseguir lo que se propone.
Los dos han congeniado. Scheffler tiene ahora cuatro victorias en su carrera, todas en los últimos dos meses, todas con Scott trabajando con él. Ha ganado más dinero en nueve torneos con Scott que en toda su carrera anterior. «Ted ha hecho un trabajo increíble», dijo Scott Scheffler, el padre del campeón del Masters.
Ted Scott no es el primer caddie que lleva la bolsa de múltiples campeones del Masters. Concretamente es el cuarto. Willie «Pappy» Stokes estuvo con cuatro de ellos: Henry Picard, Claude Harmon, Ben Hogan y Jack Burke Jr., aunque todo eso ocurrió en la época en que los caddies eran proporcionados por el Augusta National. Los jugadores no pudieron traer los suyos propios hasta 1983.
En tiempos más modernos, Steve Williams estuvo en la bolsa en tres de las victorias de Tiger Woods en el Masters y luego estuvo con Adam Scott en su victoria en el Augusta National en 2013; Joe LaCava hizo de caddie para Fred Couples en 1992 y luego estuvo con Woods en su quinto triunfo en el Masters en 2019.
«No tengo palabras para describir a Ted como persona y como caddie», dijo Scheffler. «Lo respeto muchísimo sólo como persona. Es muy divertido. Es un hombre de fe y le quiero. Ted encarna casi todas las cualidades que buscas en una persona. Es humilde. Es trabajador. Es honesto. Lo quieres tener cerca».
Scott, además, se convierte en el sexto caddie que logra al menos tres victorias en el Masters. Stokes ganó cinco, incluyendo dos con Hogan. Willie Peterson tuvo la bolsa en las primeras cinco de las seis victorias de Jack Nicklaus en el Masters. Nathaniel Avery -le llamaban «Iron Man»- ganó cuatro veces con Arnold Palmer. Williams tiene cuatro victorias, tres con Woods y la otra con Scott y Jim Bones ganó tres con Phil Mickelson.
Scheffler volverá al Masters el año que viene como campeón defensor y Scott espera estar de nuevo a su lado. «Supongo que tendré que seguir trabajando», dijo.
