Se esperaba con mucha expectación la comparecencia este miércoles antes los medios de comunicación de Fred Ridley, presidente del Augusta National y del Masters. Había dos temas muy calientes sobre la mesa: Phil Mickelson y la postura sobre LIV Golf y la Super Liga.
Las explicaciones de Ridley no han dado para detener las rotativas de los diarios, pero al menos ofrecen una pista de por dónde van los tiros. No ha sido claro al ciento por ciento, pero sí se pueden extraer algunas conclusiones.
Respecto a la ausencia de Phil Mickelson, Ridley ha dejado muy claro que ha sido una decisión personal del golfista de San Diego. «Augusta no le ha quitado la invitación. Phil, que tiene una gran historia en este torneo, me mandó un mensaje de texto al móvil a finales de febrero o principios de marzo para explicarme que no tenían intención de jugar. Le agradecí la cortesía de contármelo y le dije que estaba abierto a hablar en el futuro con él y me lo agradeció a su vez. Tuvimos un cordial intercambio», afirma.
Queda claro que Augusta no ha sido quien ha retirado a Mickelson la invitación de jugar el Masters, al menos no lo ha hecho de manera oficial, pero flota en el ambiente la duda de si no se le ha invitado a renunciar a su participación. Si la relación del Masters, y más concretamente de su presidente, es tan buena con Mickleson queda cuanto menos algo frío que un asunto tan importante como la renuncia a jugar el torneo del que ha sido campeón en tres ocasiones se solvente en un mensaje de texto al móvil. Qué menos que una llamada. Algo más hay de fondo…
En cuanto al otro tema, Ridley ha hecho un esfuerzo sin decirlo por ningunear al proyecto saudí de LIV Golf. Se le ha preguntado si ha amenazado a algún jugador con sacarlo del Masters en caso de unirse a la Super Liga y no ha respondido. Lo que sí ha dicho es que «nuestra misión es siempre actuar en el mejor interés del golf, sea cual sea la forma que adopte. Creo que el golf está en un buen momento. Hay más participación. Las ganancias en los circuitos profesionales son las más altas que han tenido nunca. Creo que los clubes y los campos están en buena posición financiera. La juventud que está surgiendo a nivel competitivo es increíble. Los cuatro mejores jugadores del mundo tienen menos de 30 años. Creo que siete de los 10 mejores tienen menos de 30 años. Hemos sido muy claros en nuestra creencia de que los circuitos mundiales han hecho un gran trabajo en la promoción del juego a lo largo de los años. Más allá de eso, hay tantas cosas que no sabemos sobre lo que puede pasar o podría pasar que no creo que pueda decir mucho más», explica.
El ninguneo es más que evidente. Ni siquiera nombra al proyecto y toca todos los aspectos que más daño pueden hacer al proyecto saudí: los mejores del mundo son muy jóvenes (ya saben que se critica que el LIV Golf puede ser un pre Champions Tour), los circuitos mundiales tienen más dinero que nunca (el proyecto saudí trata de enamorar con los cheques) y cada vez juega más al golf (LIV Golf basa si idea en que hacen falta nuevos formatos para atraer a más gente al golf). Hay veces que se puede decir mucho sin decir casi nada. En eso Augusta tiene un master. Sin s.
Veremos qué ocurre en el futuro, pero de momento parece claro que al Masters no le hace ninguna gracia el nuevo proyecto saudí y eso cierra más puertas al éxito del proyecto que cualquier amenaza de sanción del PGA Tour. El Masters es un torneo por invitación y Augusta puede hacer lo que quiera.
