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Masters de Augusta 2022 | Declaraciones de Rory McIlroy y Justin Thomas

McIlroy, Thomas y la voz interior que los acaba traicionando

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Rory McIlroy en el hoyo 8 de Augusta National durante la jornada de prácticas del Masters de Augusta 2022. © Golffile | Fran Caffrey
Rory McIlroy en el hoyo 8 de Augusta National durante la jornada de prácticas del Masters de Augusta 2022. © Golffile | Fran Caffrey

Rory McIlroy define el Masters de Augusta como una partida de ajedrez. No siempre lo vio así y le costó entenderlo. Ahora lo tiene claro. Rory sabe cómo hay que jugar en Augusta, el plan lo tiene trazado perfectamente en su cabeza, pero su propia mentalidad de jugador lo traiciona. En una batalla contra sí mismo. Rory es más de la guerra a campo abierto que de trincheras… Y el Masters es más de trincheras.

La teoría la tiene clara. «Aquí en Augusta hay que ser paciente y disciplinado. La Chaqueta se gana con la estrategia. Hay que jugar al centro de green, meter algún putt largo y aprovechar los pares 5. Se trata de posicionar la bola en el sitio correcto. Hay que jugar a los porcentajes y ser inteligente», afirma.

El problema es llevar esto a la práctica y Rory lo admite. «A mí me cuesta jugar así porque va contra mi naturaleza. En cuanto puedo busco la bandera y no es lo mejor en este campo. Lo tengo claro, lo intento, pero hay veces que voy un poco más allá y lo acabo pagando. Este es el principal trabajo que estoy haciendo en los últimos días. Se trata de seguir un plan. Si acaso se puede ser más agresivos en los últimos nueve hoyos si estás para ganar, pero en los primeros 54 no hay que salirse del guión».

La vez que más cuenta se dio de que el plan para ganar el Masters iba por ahí fue jugando con Dustin Johnson en las dos primeras rondas en 2020, cuando ganó el torneo el de Carolina del Sur. «Iba -12 después de 36 hoyos sin hacer nada del otro mundo. Jugando bien, poniendo la bola en calle, jugando a centro de green y metiendo algún putt que otro, no mucho más», asegura.

El interpelado está de acuerdo con McIlroy, pero le añade un matiz. Un matiz importante. «Estoy de acuerdo con Rory. Es la manera de jugar en Augusta. Hay que jugar al centro de green, aunque la excepción para mí son los pares 5. Ahí sí hay que ser agresivo, tanto si vas de tres buscando la bandera como si tiras de dos a por el green. Diría por rizar el rizo que hay que ser conservadoramente agresivo, si es que esto tiene algún sentido», esgrimió Johnson.

El tema del grand slam se volvió a posar sobre la mesa de McIlroy. El Masters es el torneo que le queda para completarlo. Así lleva ya muchos años. «No diría que no me importa ganar el Masters ni tampoco que estaría feliz con mi carrera si no gano ningún Grande más, pero sí tengo claro que ahora siento menos presión que al principio, pensaba más en ello y ahora he conseguido dejarlo a un lado. Quiero ganarlo, por supuesto, pero no tengo tanta presión como al inicio».

Justin Thomas durante la ronda de prácticas del martes en Augusta National. © The Masters
Justin Thomas durante la ronda de prácticas del martes en Augusta National. © The Masters

Quien sí tiene presión y bien que se la pone es Justin Thomas. No hay muchos jugadores en el mundo que hablen sobre sí mismo de una manera tan descarnada. La descripción que hace de su rendimiento en los Grandes es terrorífica. «Sé que lo he hecho. No he tenido ni de lejos un buen rendimiento en toda mi carrera en las Majors. Tuve un buen año en el 17. Tuve un buen PGA en 2018 y jugué bien en el Masters aquí en el 2020. Pero desde el punto de vista de los resultados, que al final del día es lo único que importa cuando se trata de torneos así, siento que he tenido un rendimiento muy, muy pobre», explica.

Para Thomas, una de las claves de su baja producción es, al hilo de lo que comenta McIlroy, el exceso de presión. «He aprendido con la exigencia, pero siento que me he presionado demasiado en el pasado y quizás he pecado de poner los Grandes en un pedestal. Esto me ha hecho exagerar las cosas cuando en realidad debería tener fe en mi juego y en las cosas que puedo hacer en el campo, con la bola de golf, y poco más. Tengo que mejorar un poco en cuanto a entrar en mi propio mundo y simplemente ir a jugar al golf. Está claro que todavía no he encontrado mi respuesta, pero obviamente me estoy acercando mucho, mucho», asegura.

Desde luego, hay una cosa que ya tiene totalmente ganada Justin Thomas. Su yo interior le exige llegar al Masters con la única obsesión de ganar, pero siente que realmente eso le acaba perjudicando. Se trata de controlar esa voz interior que le traiciona. Ha reconocido el problema y está buscando una solución. Desde luego sí parece un bagaje pobre sumar cinco top ten en 24 Grandes para un jugador como Thomas.