Inicio Masters de Augusta Masters de Augusta 2023 La victoria de Rahm, desde el laboratorio de Dave Phillips
Ten Golf habla con el entrenador de swing del golfista español a la conclusión del Masters

La victoria de Rahm, desde el laboratorio de Dave Phillips

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Jon Rahm
Jon Rahm, durante la ronda final del Masters.

Dave Phillips es uno de los entrenadores de golf más reputados del mundo. Siempre arriba en esas listas que tanto gustan en Estados Unidos con los mejores. Se le considera un visionario apasionado por la enseñanza y el aprendizaje y es él quien vela desde hace años por el swing de Jon Rahm. No le gustan los focos, cuesta verlo en el campo, se mueve con sigilo, pero siempre está ahí, haciendo el apunte correcto en el momento justo. Si Jon levanta la vista, aparece. Si no hace falta, se oculta entre las sombras. 

Phillips es cofundador del TPI (Titleist Performance Institute), la principal organización educativa del mundo dedicada al estudio del funcionamiento del cuerpo humano en relación con el swing de golf. Lo sabe todo. Es un sabio integral y, además, tiene la humildad necesaria para seguir aprendiendo. Porque hay que ser muy sabio y muy valiente para decir a Jon lo que le dijo la primera vez que lo vio aparecer por las instalaciones del TPI. «Tenía 17 años y acababa de aterrizar en Estados Unidos para incorporarse a la Universidad. Lo primero que le comenté fue: por favor, que nadie jamás te cambie el swing», explicaba a Ten Golf aún con la victoria en el Masters caliente.

Ese es Dave Phillips. Es muy fácil que un entrenador de tanto prestigio caiga en la tentación de tratar de dejar su sello en su primer encuentro con un jugador, de cambiar algo por aquí, tocar algo por allá, intentar transmitir, incluso a veces forzar la situación. Es una manera de hacer ver que eres importante. Si has venido a verme es que necesitas soluciones y yo estoy aquí para aportarlas. Phillips hizo todo lo contrario. «Sigue en esta línea, no cambies nada porque funciona y funciona de maravilla».

Phillips sabía muy bien de lo que hablaba cuando le dijo esto a Jon. El swing de Rahm no es, precisamente, el más académico y ortodoxo del planeta, más bien todo lo contrario. Tiene un movimiento prácticamente irreproducible. «Sí, su swing era muy inusual, pero su golpeo de bola era increíble desde el primer tiro que pegó. No había que cambiar, sino trabajar en esa misma línea».

No obstante, Phillips tiene claro que lo más importante de Jon está sobre los hombros y en el pecho, no tanto en si el palo sube por un lado o por otro. «Sin duda, su principal cualidad que le distingue del resto es su corazón y eso no se enseña en ningún lado. Tiene un corazón enorme y una confianza increíble en sí mismo», asegura a Ten Golf.

Phillips conoce muy bien a Jon y se entienden a la perfección. Fue él quien le sugirió el miércoles que no jugara la vuelta de prácticas con Phil Mickelson, sino con Tony Finau. Es absurdo pensar en este pequeño detalle como decisivo en la victoria de Rahm, pero todo suma. Jon ha transmitido una tranquilidad gigantesca durante toda la semana, y eso es lo que Phillips quería cuidar con la decisión de que fuera con Finau y no con Mickelson. Y, por si fuera poco, encima, Jon aprovechó para tener claro a dónde tenía que tirar en el hoyo 12 si el domingo se estaba jugando el torneo. 

Es lo que ocurre cuando se juntan dos personas que jamás se cansan de aprender.