Inicio Masters de Augusta Masters de Augusta 2023 Los diez minutos más íntimos de Olazábal y el consejo a Rahm
El ganador del Masters en dos ocasiones termina su participación con una vuelta de 77 golpes

Los diez minutos más íntimos de Olazábal y el consejo a Rahm

Compartir
José María Olazábal
José María Olazábal y su caddie Emilio Pereira, esta semana.

José María Olazábal se marcha de la edición número 87 del Masters con dos vueltas de 77 golpes para un total de diez sobre par. Un mal resultado que en este caso es un fiel reflejo de su juego. El jugador de Fuenterrabía no pone paños calientes. Su golf no atraviesa un buen momento, los hierros no están finos y el putt tampoco acompaña. Con esas credenciales y su distancia desde el tee, sobrevivir en Augusta es una misión imposible.

Sin embargo, Olazábal sí está convencido de que lo puede hacer mucho mejor. No se marcha derrotado, sino más enrabietado, con ganas de sacarse la espina. «Si con mi juego más pobre he hecho dos vueltas de 77 golpes, estoy convencido de que si estoy fino puedo hacer alrededor del par», asegura. Ese es el objetivo de José Mari: regresar a Augusta con su mejor golf y poder competir. «Físicamente me encuentro muy bien, la cosa es técnica… y del cuello para arriba. Sé que puedo jugar mejor», comenta.

Aunque ha sido una semana dura, Olazábal siempre disfruta en el Masters. Hay momentos únicos que nadie le va a arrebatar y que los disfruta muchísimo. Hoy, al acabar su participación, confesaba cuál es uno de sus instantes más íntimos en Augusta. «Lo hago cada año, justo después de la cena de campeones. Me voy al vestuario, yo sólo, y me siento allí, delante de la taquilla y me pongo a recordar cosas de todo lo que he vivido aquí. Son cinco o diez minutos muy bonitos», asegura.

El Masters es un lugar que toca directamente el corazón de Olazábal por lo mucho que ha vivido aquí, los años con Seve Ballesteros, lo que aprendió de él, la compañía eterna de Sergio Gómez, su mano derecha para el golf y la vida, su familia, las dos victorias en el 94 y el 99… Son muchas cosas que recordar y seguro que siempre acaba tirando alguna lagrimilla en esos minutos en el vestuario. Hoy volvió a emocionarse al recordar a Seve. Siempre.

Entre sus pensamientos y recuerdos, Olazábal seguro que también tuvo tiempo de imaginar lo que sería una victoria de Jon Rahm este domingo. Al guipuzcoano no se le escapa que se cumplen 40 años del segundo triunfo de Seve y que el domingo es el cumpleaños del genio cántabro. Chema tiene un consejo para Rahm. «Lo tiene todo para poder ganar aquí. Augusta es un recorrido muy especial en el que hacen falta algunas habilidades, buenos hierros y buen juego corto, que los españoles que hemos ganado aquí lo hemos tenido… Y Jon lo tiene. La vuelta de ayer tras los cuatro putts en el hoyo 1 es impresionante, tiene mucho valor, pero yo le diría que lo más importante es que cuando llegue el día malo, que seguro que llegará en las tres rondas que restan, resista, haga el mejor resultado posible, se aguante y se mantengan la pelea», afirma.

Por último, Olazábal siempre deja reflexiones interesantes sobre todo lo que rodea al golf. Hoy dejó dos pensamientos sobre la Ryder Cup y LIV Golf. En cuanto a Roma, el vasco levanta la moral europea. «Hay que respetar al equipo. Se está hablando de la superioridad de Estados Unidos, pero Europa tiene un muy buen equipo. La clave está en esos jugadores como Fleetwood, Lowry, Molinari o Hatton. Si todos ellos se meten se formará un núcleo de siete, ocho, nueve jugadores con experiencia y que lo han hecho muy bien en la Ryder. Y después, los rookies en Europa lo han hecho muy bien casi siempre. En Abu Dhabi pude ver de cerca a Nicolai Hojgaard y tiene un potencial impresionante y es valiente. Si madura en los próximos meses y sigue creciendo, puede ser algo importante».

Y por último, en cuanto a LIV Golf, Olazábal no entiende que los que se han ido quieran jugar también el PGA Tour y el DP World Tour. «Desde mi punto de vista tomaron una decisión, tomaron un camino diferente, una ruta distina y lo respeto. No hay nada malo en ello. Pero dicho esto, mi opinión personal al respecto es que una vez que se toma una decisión así, hay que asumirla con todas las consecuencias. No creo que sea justo para nadie que se sientan con el derecho a jugar ni en el PGA TOUR ni en el DP World Tour. El LIV Tour es un Tour que es competencia directa de los otros y sería difícil de entender desde mi punto de vista».