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Así discurrió uno de los momentos más esperados de esta edición del Masters

Lo más picante de la cena de campeones fue… la sopa de tortilla

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Detalle de la cena de campeones del Masters de Augusta 2023 en honor a Scottie Scheffler
Detalle de la cena de campeones del Masters de Augusta 2023 en honor a Scottie Scheffler.

Dicen los taurinos que mañana de expectación, tarde de decepción. Tanto se habló en la previa de lo caliente que podría ser la cena de campeones del Masters de Augusta, con la presencia de seis jugadores de LIV en medio de la marejada que vive el golf mundial, que finalmente quedó en nada. Por suerte.

La sangre no llegó al río. Tampoco hubo ninguna opción, ya que en las dos horas que duró el homenaje a Scottie Scheffler como vigente campeón, ni se mencionó la palabra LIV. Es más, Phil Mickelson, el más guerrillero y principal representante de la liga saudí, ni siquiera abrió la boca en toda la cena, al menos públicamente y captando la atención de todos. Así lo han confirmado dos testigos presenciales como Fuzzy Zoeller y Tommy Aaron a Golfweek.

El primero en tomar la palabra fue Ben Crenshaw, doble ganador del Masters que ejerce de maestro de ceremonias de la cena desde hace varios años. Tuvo un guiño texano con Scheffler al hacer el gesto típico de los Longhorns, de la Universidad de Texas, y leyó una carta de Ben Hogan de 1954 remitida a Bobby Jones y Cliff Roberts, los impulsores del Masters, donde resume de manera muy emotiva la importancia que tiene para los golfistas el Masters y la cena de campeones. «Queridos Bob y Cliff», escribió Hogan, mientras treinta y tres pares de ojos se clavaban en Crenshaw. «Hoy he recibido mi invitación para el Masters de 1954 y estoy encantado de volver a verla. Me trae recuerdos de cuando recibí la primera, allá por 1938. Antes de ese año, recuerdo que esperaba y rezaba para que mi juego y mi palmarés me hicieran merecedor de tan preciada invitación. Sin duda éste tiene que ser el club más exclusivo de todos. No sólo unos pocos afortunados de nosotros tenemos la suerte de haber ganado el torneo, sino también la reunión anual en nuestro club. Aquí, mucho después de que la competición seria haya llegado a su fin para algunos de nosotros, podemos seguir reuniéndonos y recordando», escribió Hogan.

De los que más habló en la cena, como suele ser habitual, fue Fred Couples. Pero ni una sola mención a LIV. Sólo contó batallas, anécdotas e historias del Masters. Hubo un momento en el que varios campeones trataron de poner en pie cuántos ganadores salieron el domingo en el partido estelar.

También habló Fred Ridley, presidente del Augusta National. Cero palabras de LIV. Únicamente agradeció haber sido invitado a la cena y comentó los cambios que se han realizado en el tee del hoyo 13. Se aprovechó el ágape para reconocer a cuatro miembros del Masters Club, Tommy Aaron (50 años), Mark O’Meara (25), así como a Larry Mize y Sandy Lyle, que disputan esta semana su último Masters. Sergio García y José María Olazábal se sentaron juntos, como es habitual.

El balance de la cena servida por Scheffler fue cordial y divertido. «La sopa de tortilla estaba un poco picante, pero lo demás me gustó mucho», explica Zoeller. «Picaba de cojones», apunta Aaron. Fue lo único picante del gran día de Scottie Scheffler.

Los seis golfistas de LIV Golf que estuvieron en la cena de campeones fueron Sergio García, Dustin Johnson, Phil Mickelson, Bubba Watson, Patrick Reed y Charl Schwartzel.