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«Hoy ya está el campo de British» (Hoyo 6: Jiménez pegó ayer hierro 6 y hoy madera 3)

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Miguel Ángel Jiménez (-3) resopla al salir de la caseta de entrega de tarjetas. Ha sido un día duro en la oficina, de lucha, de paciencia, de consistencia, de confianza… «Ha sido un día de British», resume el propio jugador. «Hoy hemos tenido aire y fresquito. Estamos en Escocia»…

El malagueño tuvo un primer hoyo tranquilo, pero a partir de ahí se torcieron las cosas. El calvario empieza con la salida del hoyo 2, justo cuando empieza el viento en contra del norte. Jiménez pierde la calle por la izquierda y se marcha a las espigas. La cabeza del palo se agarra a la hierba y no sale del rough. Bogey. En el 3 repite operación. Su salida se marcha por poco, esta vez por la derecha, y le pasa lo mismo. Vuelve a quedarse en el rough. Primer síntoma de impaciencia. El de Churriana arremete contra unos fotógrafos por situarse en su línea de tiro. Bogey. “Me he agobiado un poco con ese principio, me he ido poniendo tenso y en el 4 me distraje”, explica. Es el primer par 3, pega un mal tiro, corto y a la derecha y se queda en el búnker. Bogey.

 

Ahí resetea. Se tranquiliza. Pega una gran madera 3 de segundo en el 5. Aún así llega otro bogey. Pero este casi inevitable. El hoyo 6 es hoy un monstruo. Se juega con mucho viento en contra. Cae el bunker, se queda injugable, necesita dos golpes para sacarla y hace bogey.

Un dato que explica cómo pueden variar las condiciones de juego en un solo día. En el hoyo 6, Jiménez pegó ayer hierro 6 y hoy madera 3.

Otro dato. En el 4, ayer pegó hierro 9 y hoy hierro 5. Así es este link de Turnberry en todos los hoyos que bordean la costa cuando sopla viento del norte.

El primer birdie llega en el 8, tras embocar un magnífico putt de unos 10 metros con un piano de por medio. Pero llega otro parón en su vuelta. El 9 y el 10, los dos grandes cocos en el día de hoy acaban en bogey. Esta vez sí es más culpa de Jiménez. “He pegado dos approachs muy pobres. Estos bogeys sí que me han dolido”, señala.

A partir de ahí cambia el campo y cambia el juego de Miguel. “Si no la metes en calle aquí no puedes hacer nada. A partir del 11, donde he pegado un tirazo, he empezado a jugar más consistente. Es verdad es que es más fácil porque el viento está a favor en la segunda parte del recorrido, pero hay que saber medir también este viento porque algunas banderas están cortas y no es fácil”.

En los últimos ocho hoyos ha jugado dos bajo par y se ha dejado alguna opción por el camino, como el eagle del 17 o un birdie en el 16. “Me he rehecho y eso es importante. Estoy contento de cómo he acabado y en la gloria de empezar una ronda como líder del Open. Hoy ya está el campo de British”, sentencia.

Álvaro Quirós (+8) también ha sufrido hoy los rigores del Ailsa Course con viento. Ha firmado una vuelta de 77, +5 por los primeros nueve. Al menos, se ha quedado con el sabor dulce de terminar con dos birdies en el 16 y el 17. No osbtante, esto al jugador andaluz le sabe de muy poco, ya que llegaba a Escocia con el objetivo de pasar el corte. “No me he recuperado desde lo que me pasó ayer en el 17. Acabé caliente y hoy he jugado igual. Estoy colpasado. Necesito un parón para desconectar”, resumía el de Guadiaro.

El nombre propio de la mañana es Steve Marino (-5), que jugaba precisamente en el partido de Quirós. El norteamericano apunta a líder al final del día, aunque habrá que ver cómo discurre la jornada.