Jon Rahm tiene ganas de PGA Championship. En el horizonte está la Ryder Cup y resulta difícil dejarla a un lado, pero no queda otra porque aún hay citas muy importantes antes de que llegue París. La más relevante de todas es esta en St. Louis, el cuarto Grande de la temporada. Al de Barrika le gusta lo que ve en el Bellerive Country Club y afronta la semana con una mezcla de confianza, ambición y cautela.
VÍDEO: De esta forma tan original llegó el trofeo Wannamaker…
El golfista está en continúa evolución, nunca deja de aprender, de intentar mejorar, de buscar nuevos recursos y de adaptarse a las situaciones que se van poniendo por delante. Rahm no podía ser menos. Ahora mismo, por ejemplo, anda en fase de ajustes. Como ya se ha contado, el joven campeón español ha trabajado esta temporada de manera especial el físico en el gimnasio. La idea era aguantar mejor el curso entero y, sobre todo, llegar más fresco a las citas claves. Obviamente, este giro de tuerca ha tenido consecuencias. Su cuerpo es más fuerte y ha ganado metros con todos los palos. Toca amoldarse.
Otaegui, como buen Pirata, debería tatuarse el número 64
Jon confesaba este martes en la previa del PGA que está realizando ajustes para encontrar el equilibrio perfecto con su nuevo cuerpo. El swing siempre es el mismo, por lo que hay que ir adaptando las distancias para no perder las referencias. El objetivo final es mantener la misma agresividad sin cometer errores. Para ello, también está tocando los palos, corrigiendo los ángulos de ataque para conseguir la configuración idónea en la que se sienta más cómodo y que le permita dejar las bolas más cerca. Es en lo que está trabajando en las últimas semanas.
VÍDEO: Rahm se sincera con Feherty: el rap, la Ryder y su carácter indomable
El putt no brilló precisamente en el WGC Bridgestone Invitational, pero no afecta. Jon está algo más que tranquilo. Sabe que el jueves pateó muy bien y está convencido de que sigue haciendo las cosas muy con este palo de la bolsa. Simplemente, son semanas que toca de una manera u otra. «El viernes, sábado y domingo lo único que paso es que no quisieron entrar. Tiré muy buenos putts, pero por unas cosas u otras no acababan dentro del hoyo. No me preocupa», asegura. Utilizando el lenguaje particular e intransferible de Miguel Ángel Jiménez, podríamos concluir que a Rahm se le movieron los hoyos en Akron.
CADDIELANDIA: Bellerive nos entra por el ojo y se nos puede dar muy bien
En cuanto al recorrido de Bellerive, Jon está cómodo con lo que ha visto y se ha jugado. No tiene ningún problema con la lluvia que ha caído en las últimas horas y la que se espera para hoy. «Si el campo está lento, pesado y largo es mejor para mí. Creo que esta preparación beneficia a los jugadores largos y agresivos, así que por mí no hay ningún problema», afirma.
«Si el campo está lento, pesado y largo es mejor para mí. Creo que esta preparación beneficia a los jugadores largos y agresivos, así que por mí no hay ningún problema»
Como decimos, la Ryder Cup está a la vuelta de la esquina y es inevitable pensar en ella, no obstante, Jon asegura que ya habrá tiempo de cruzar ese puente. Mientras tanto, se limita a recordar que Europa también tiene un equipazo, respondiendo a todos aquellos que consideran que Estados Unidos es algo más que favorita para la cita de dentro de dos meses y medio. Aquí tienen las declaraciones completas de Rahm…
