Justin Thomas (-6) ha mantenido hoy su ritmo imperial en Southern Hills. Segunda vuelta de 67 golpes y liderato sólido en el PGA Championship. Cuidado porque ya sabemos cómo se las gasta este recorrido. Siete campeones de Grande han visto por estos lares antes de esta semana y los siete salieron del segundo día como líderes.
Más allá de historias o leyendas pseudocientíficas, Thomas ha presentado una candidatura fortísima para ganar el PGA. El resultado es casi lo de menos, su juego está siendo sensacional. Hoy, sin ir más lejos, ha cazado la friolera de 16 greenes, algo que casi habría que calificar como una gesta tal y como ha soplado el viento esta mañana en Tulsa. Sí, ha soplado más que ayer, aunque tampoco ha sido la mayor escabechina del mundo. Se movía a rachas, así que ha habido mucho de azar y compromiso con el golpe.
Que un jugador del turno de Thomas esté líder del PGA sólo puede significar que está jugando al golf una barbaridad y que está muy acertado con el putter. Las dos cosas son verdad. Apenas ha fallado golpes y en los greenes, su gran caballo de batalla, se está mostrando más pulcro que nunca. Una buena muestra ha sido el gran putt de birdie de cinco metros que ha firmado en el 9 para acabar su ronda. La guinda del pastel.
Thomas asegura que ha encontrado ‘su zona’ en Southern Hills, ese espacio mental en el que de vez en cuando consiguen entrar los jugadores y que lo catapultan a otra dimensión de seguridad, serenidad, confianza y poderío. Da lo mismo lo que ocurra a su alrededor, por delante sólo tienen el siguiente golpe.
Thomas no es especialmente peliculero y no consigue encontrar una explicación a por qué en el PGA está consiguiendo ir tan concentrado. Le está pegando bien a la pelota, hoy incluso mejor que ayer, y está disfrutando con el desafío del viento. Su truco para triunfar en estas condiciones es pegar a la bola con el centro de la cara del palo. Parece un consejo simple, pero Thomas afirma que es lo único en lo que se fija cuando el aire se convierte en un rival tan fiero.
Superados los primeros 36 hoyos y a la espera de que concluya el turno de tarde del viernes, Thomas tiene tres golpes de ventaja sobre Matthew Fitzpatrick (-3) y cinco sobre Joaquín Niemann (-1) y Bernd Wiesbeger (-1). Háganse una idea del nivel de Thomas. Sólo cuatro golfistas de su turno marchan bajo par y él es líder con -6. Otra dimensión.
Hoy por la mañana en Southern Hills han acabado bajo par un total de diez jugadores, un buen número, entre los que está Jon Rahm, pero lejos de los 17 que lo consiguieron ayer. Otro dato para explicar la diferencia.
El Número Uno y otros ilustres se quedan fuera del corte
Las condiciones, el viento, han hecho saltar por los aires a grandes nombres. El principal es Scottie Scheffler (+6). El Número Uno del mundo ha hecho 75 golpes y se quedará fuera del corte salvo que la tarde se convierta en un infierno. En el momento de escribir esta crónica todo apunta a un corte de +5. Scheffler ha sufrido mucho, sobre todo en los segundos nueve donde se le acababa saliendo la cadena. El trono, al final, pesa lo suyo. Es el segundo corte que falla en un año.
También se van a quedar fuera, salvo sorpresa mayúscula, Dustin Johnson (+6), Martin Kaymer, Adam Scott, Sergio García, Daniel Berger o Patrick Cantlay, completamente arrasado por este PGA Championship con +11.
