Inicio PGA Championship PGA Championship 2022 Si la cara es el espejo del alma, todavía hay que esperar...
PGA Championship | Detrás del inicio de Jon Rahm y Sergio García

Si la cara es el espejo del alma, todavía hay que esperar a Jon y Sergio

Compartir
Sergio García
Sergio García. (© Golffile | Eoin Clarke)

Los gestos, la manera de caminar, el tono, la mirada… Son señales que hablan del estado del jugador, sobre todo una vez que ha terminado la vuelta con un mal resultado (cuando las cosas han salido bien, por supuesto, normalmente no hace falta mirar más allá). Como quiera que Jon Rahm y Sergio García finalizaban precisamente con un mal registro la primera jornada del PGA Championship, no está de más analizar cómo se lo han tomado. Ambos hicieron 73 golpes, tres sobre el par, y ocupa provisionalmente el puesto 78, a un impacto del corte.

De entrada, digamos que, si cara es de verdad el espejo del alma, todavía puede esperarse la reacción de los dos españoles que han jugado en el turno vespertino, sin duda el más complicado. No sólo por la acción del viento, que también, sino porque los greenes ya no tenían nada que ver con los de las primeras horas de juego, pues se mostraban mucho más duros, ingobernables por momentos. Y traicioneros.

Jon firma la tarjeta y, acto seguido no muestra ni un solo signo de impaciencia o frustración. Apenas se echa nada en cara. Si acaso, ese segundo tiro en el hoyo 13, el último par 5 del campo, después de haber descosido la bola desde el tee y de haberla metido por el sitio (drive de 400 yardas…). “Hombre, desde esa posición algo mejor que un bogey tendría que haber hecho”, apunta.

Allí, en la zona de entrega de tarjetas, apenas han pasado quince minutos desde que Jon finalizara la ronda y seguramente todavía no le ha dado tiempo de ponerse a hacer cuentas. Pero algo ha venido hablando con Adam Hayes, su caddie y amigo. Teniendo en cuenta que mañana viernes se espera una jornada aún más dura, puesto que parece que el viento va a soplar con más fuerza, ni siquiera se trata de apelar a las épica ni al vueltón del año. Incluso una vuelta de una menos sería bien recibida por caddie y jugador. Mucho ojo: y hasta una de par. Lo cual, por desgracia, no significa que vaya a ser fácil hacerla. A Jon, en todo caso, se le ve sorprendentemente sereno. Y con ganas de revancha. Ni por asomo se le pasa por la cabeza que sus opciones en este torneo hayan quedado laminadas.

Jon Rahm
Jon Rahm, durante la primera jornada del PGA Championship. (© Golffile | Eoin Clarke)

Sergio venía unos cuantos partidos por detrás del vasco. Mismo resultado: vuelta de 73 golpes. Lo suyo ha sido, si acaso, más doloroso, pues a falta de tres hoyos para terminar en realidad estaba siendo uno de los mejores del turno vespertino, con un acumulado de par. Pero finalizaba con tres bogeys consecutivos, una secuencia postrera que revienta al más pintado, mucho más en una primera jornada de un Grande. Al de Borriol, sin embargo, se le ve más pensativo que otra cosa. Suele ser Sergio de los que cogen el látigo y se fustigan a conciencia, tenga más o menos razones objetivas para hacerlo. En este caso, sin embargo, a Sergio casi se le siente menos ‘guerrero’. Y no es tampoco que se rinda, resignado, parece más bien que es consciente de que, en condiciones tan complicadas de juego, en cualquier esquina podía llegar el tropiezo.

“Una pena el final, después de lucharlo durante todo el día”, dice justo cuando se está marchando. Pero no es su última palabra. Tiene motor y ganas de pelea mañana. Quienes lo conocen, lo saben.

Resultados en directo del PGA Championship 2022