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PGA Championship 2022 | Declaraciones de Rory McIlroy

La eterna búsqueda de McIlroy para acabar con una sequía desconcertante

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Rory McIlroy en la jornada de prácticas del martes del PGA Championship 2022. © Golffile | Eoin Clarke
Rory McIlroy en la jornada de prácticas del martes del PGA Championship 2022. © Golffile | Eoin Clarke

Rory McIlroy no gana un Grande desde hace casi ocho años. Vuelvan para atrás y repitan la frase en alto. Rory McIlroy no gana un Grande desde hace casi ocho años. El último fue, precisamente, el PGA Championship de 2014, en Quail Hollow. Nadie en su sano juicio habría puesto un dólar en apostar por una sequía de este calibre. Es algo desconcertante, especialmente para el propio Rory.

McIlroy se esfuerza a diario por quitarle hierro a estos años de barbecho en Majors. Su actitud es ejemplar y su paciencia infinita, pero la procesión va por dentro. De hecho, es encomiable su eterna búsqueda de la fórmula secreta que le devuelva al sitio que todo el mundo sabe que le corresponde.

Casi se podría decir que Rory ya no sabe qué hacer para volver a ganar un Grande. Lo ha probado todo, hace cambios, afronta las semanas de una manera y la contraria, llegando casi a rozar con la superstición. Busca, busca y busca. No se conforma y eso es digno de elogio.

Este PGA Championship ha decidido prepararlo de una manera especial, con la intención de reencontrarse al fin con el Santo Grial, ese que perdió a la salida de Quail Hollow en 2014. Lo primero es la estrategia para el torneo. McIlroy, como ya esbozó en el Masters, ha decidido que los tiempos de jugador agresivos que quemaba las banderas han pasado a mejor vida, al menos en los Grandes. Se apunta a la escuela Tiger Woods y Brooks Koepka. «Voy a apostar por una filosofía más conservadora. Los pares en los Grandes son muy buenos. De todos los Grandes que ha ganado Tiger Woods, pocos son los que dominó de principio a fin. Se trata de estar ahí, jugando con cabeza, evitando los grandes números y esperar a que los demás cometan los errores», asegura.

En este sentido, en la búsqueda de esa fórmula menos agresiva, McIlroy confiesa que ha estado preparando de manera concienzuda un tipo de golpe que le ayude a llevar a cabo ese plan. Si por algo se ha caracterizado Rory durante su carrera es por esa bola a las nubes, comprimida hasta el infinito y buscando siempre la cazuela. Pues bien, en Southern Hills vamos a ver menos de esto. «He practicado mucho pegar una bola un poco más baja, agarro un palo más, el vuelo no es tan alto y siento que le pegó más fácil. Es un golf más sencillo», afirma.

Dentro de este entrenamiento específico para el PGA, Rory añade que ha estado practicando especialmente los golpes a las banderas de la izquierda, ya que «últimamente se me están dando muy mal». También ha llevado a cabo un plan físico específico distinto para el PGA. «Terminé el Masters muy delgado y he cogido unos cinco kilos desde abril. No es todo músculo. Por desgracia no he llevado la dieta más estricta del mundo, pero me va a ayudar para tener reservas en un tramo de la temporada en el que voy a jugar mucho», argumenta.

Por último, y hablando específicamente de la preparación de esta semana, McIlroy ha revelado que tenía previsto acudir la semana antes a jugar y entrenar Southern Hills, pero finalmente cambió de opinión. «Tenía cosas que hacer, pero también pensé que la ignorancia muchas veces es una buena compañera del golfista. No saber todo lo malo que te espera en un campo es bueno. Recuerdo un par de torneos que he ganado habiendo jugado apenas nueve hoyos el martes y otros nueve el miércoles. Se trata de pegarle a la bola bien, con eso está medio trabajo hecho, y adaptarse a las situaciones. Creo que me puede venir bien no saberlo todo. Antes de venir aquí apenas he visto algún vídeo del campo en Golf Digest y algún resumen del Senior PGA del año pasado, nada más», apunta. La eterna búsqueda. ¿Lo encontrará finalmente esta semana?