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PGA Championship 2022 | La historia de los zapatos de Jon Rahm

Rahm, como un niño con zapatos nuevos (literal)

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Jon Rahm. © Golffile | Kent Horner
Jon Rahm. © Golffile | Kent Horner

Jon Rahm ha desvelado hoy en los prolegómenos del PGA Championship una historia bastante curiosa. Ha salido de manera casual, pero revela hasta qué punto se tienen en cuenta hasta los más pequeños detalles en el deporte de alta competición. La historia tiene que ver con sus zapatos de golf.

No es algo en lo que el aficionado medio repare de manera habitual, pero para Jon Rahm sus zapatos son muy importantes. Todo viene del problema que sufrió de nacimiento, ese pie derecho zambo que tantos problemas le causó, que tanto le ha condicionado y con el que ha sabido lidiar a las mil maravillas para ser, ni más ni menos, que uno de los mejores jugadores del mundo. Casi nada.

Jon asegura que este año ha ganado en consistencia desde el tee y que ha aumentado su velocidad de palo y de swing. Asegura, sin postureo de ningún tipo, que ninguna de esas cosas tiene que ver con algo que él haya hecho o con algún cambio físico o técnico que haya experimentado. La responsabilidad de esa mejoría la achaca a su equipamiento y, sobre todo, a dos cosas: el nuevo driver de Callaway, el Rogue, y los nuevos zapatos.

Lo primero ya lo ha contado en más de una ocasión, sin ir más lejos en este vídeo de Ten Golf en su blog. Es un palo más tolerante que el Epic del año pasado, que ya era un gran driver. La principal novedad tiene que ver con lo segundo, con sus nuevos zapatos de golf. Así lo ha confesado el propio Jon.

«He hecho un cambio en los zapatos que estaba jugando el año pasado y me ha venido muy bien. Hemos hecho un gran trabajo con todo el equipo de Cuater y Travis Matthew (Cuater es la marca de zapatos de Travis Matthew, uno de los patrocinadores principales de Rahm). Los nuevos zapatos me han permitido ser un poco más estable y aumentar así mi velocidad de bola y mi velocidad de swing sin estar preocupado. Ahora puedo mantener esa velocidad desde el primer golpe de salida del jueves al último del domingo de forma un poco más consistente», explica.

Jon admitía este martes en Southern Hills que siempre le ha tenido que prestar una atención especial a esta parte de su equipamiento. «Tengo un pie bastante maltrecho, así que siempre me lo he tenido que cuidar. Tengo un puente mucho más alto en el derecho que en el izquierdo y tengo que jugar con una plantilla que lo corrija. Me lo tomo muy en serio. El año pasado jugué con algo que creía que podía usar, y obviamente lo hice, pero no era el mejor zapato para mí. Eran muy planos y había momentos en los que tenía molestias. No debo usar zapatos planos porque termino con algo de dolor. Para cualquier atleta, el único punto de contacto que tenemos con el suelo son nuestros pies, así que creo que eso debería ser la cosa más importante», remata con una sensatez sobresaliente.