Jon Rahm (+8) no va a ganar este PGA Championship. Tampoco va a acabar en el top 10 salvo un milagro mayúsculo el domingo. No, no ha sido el ‘moving day’ que necesitaba y buscaba. Este sábado ha entregado una tarjeta de 76 golpes en Southern Hills y ha caído más allá del puesto 60º en la clasificación.
No hay mucho sesudo análisis que hacer. A Jon no le ha salido nada desde el primer minuto. Tardaba siete hoyos en encontrar la primera calle y terminaba el día tripateando en el 18 con una opción de birdie razonable. Todo al revés.
El drive, su gran aliado en los primeros días en Tulsa, hoy ha salido rana, sobre todo en los primeros nueve hoyos. El cambio de viento, que está soplando exactamente de manera opuesta a ayer, no le ha sentado bien al de Barrika. Con el del jueves y el viernes tenía muchos hoyos soplando de la izquierda, una situación en la que se encuentra cómodo. Pero hoy el aire viene en la mayoría de los hoyos largos de Southern Hills se la izquierda y ahí tiene más problemas.
En los nueve primeros hoyos ha cogido dos calles, la del 7 y la del 9, y ni aún así ha conseguido dejarse opciones de birdie claras. Ninguna más cercana a seis metros. Por contra, cometía bogey en el hoyo 8 tras acabar en el búnker frontal y dos más en el 6, tras un tiro muy malo desde el tee y en el 2, donde tampoco pudo hacer la recuperación desde el búnker.
En los segundos nueve hoyos sí logró enderezar el drive. Cogió todas las calles (menos la del 17, un par 4 corto que hoy se puede tirar a green), pero ni los hierros tuvieron la precisión necesaria ni el putter le echó una mano. Realmente, no logró dejarse buenas opciones de birdie. La más cercana fue en el hoyo 15 desde algo más de tres metros.
De nuevo un par 3, el hoyo 11, le cobró peaje, otra vez desde el búnker, y cometió dos bogeys más en el durísimo 16, donde casi nadie está pudiendo cazar el green, y en el 18 con un tripateo cruel para acabar de rematar el cuadro.
El golfista de Callaway no ha podido hacer ningún birdie en los 18 hoyos y eso es noticia. De hecho, es la tercera vez en su carrera que le pasa algo así en los Grandes. Las dos ocasiones anteriores fueron en la segunda ronda de Shinnecock Hills, en el US Open de 2018, donde hizo 77 golpes, y en la cuarta jornada del PGA Championship de 2017 en Quail Hollow, donde acabó con 75. Southern Hills se une a la leyenda negra en los Grandes. Con la de hoy ha jugado 83 vueltas en los Majors.
Buen texto. Está siendo difícil este torneo.