Eric Cole ha dormido por primera vez en su carrera como líder del PGA Championship. Eso ya no se lo quita nadie. Sin embargo, hoy viernes tenía la oportunidad de convertir el sueño en algo oficial. Debía jugar cuatro hoyos para completar la primera jornada, suspendida ayer por falta de luz por los retrasos al inicio por helada, y, ahí sí, con luz y taquígrafos, podría gritar a los cuatro vientos que estaba por delante de todos en un major al final de una vuelta. No ha sido posible. El sueño se ha ahogado en la orilla. El primer golpe que ha pegado este viernes ha ido al agua. Ha sido el segundo del 6, desde el centro de la calle. Dropaje, cuarto golpe a green y dos putts. Doble bogey. Se completó la primera ronda. Adiós al liderato.
Eric Cole ha terminado finalmente con una tarjeta de 67 golpes, tres bajo par, y ocupa la segunda posición a un impacto del que todos los libros de historia, como debe ser, considerará como el líder del PGA después de los primeros 18 hoyos. Se trata de Bryson DeChambeau (-4). En el segundo puesto, empatado con -3 con Cole, están Dustin Johnson, Corey Conners y Scottie Scheffler. A dos golpes se encuentran Adam Scott, Keegan Bradley, Ryan Fox y Viktor Hovland. Finalmente, un total de 16 jugadores han acabado la primera ronda bajo par.
La segunda jornada ya está en juego en el East course de Oak Hill. El español Pablo Larrazábal, que arrancó con bogey en el hoyo 1, es el único de los nuestros que juega por la mañana. Los horarios (península española) de los otros tres son los siguientes:
Adrián Otaegui (+5): 19.14
Jon Rahm (+6): 19.58
Adri Arnaus (+6): 20.26
La PGA de América ha conseguido recuperar el tiempo perdido, ya que los jugadores han empezado a salir al mismo tiempo que se estaba terminando la primera ronda. De este modo, hoy, salvo que ocurra algo extraño, todos van a poder completar la segunda jornada y se podrá establecer el corte. Veremos dónde acaba la criba. Todo apunta a +7 o incluso +8, si finalmente el viento sopla con la fuerza que dicen. Después de dos horas de juego hay ya casi veinte jugadores bajo par, por lo que de momento las condiciones no son tan extremas como se esperaba. Veremos qué ocurre conforme avance el día.
