East course del Oak Hill Country Club (Rochester, Nueva York). A eso de las nueve y media de la mañana salen Rory McIlroy, Shane Lowry y Luke Donald por el tee del hoyo 1. Es lunes, pero es semana de major, así que ya hay miles de personas en el campo. No está mal como cebo matutino: el capitán europeo de la Ryder, junto a dos de sus baluartes. Rory siempre es Rory (y lo será en septiembre, en Roma); y en cuanto a Lowry… Todavía le quedan dos vueltas de tuerca que dar a su juego y más le vale al equipo europeo que en efecto así ocurra.
Pero la multitud también se congrega esperando al partido que sale justo por detrás…
Son sólo dos jugadores. Pero son el Número Uno del mundo, Jon Rahm, y el Número 12, Tony Finau, que no deja de ser uno de los jugadores de moda. Sí, Tony está de moda. Aparenta un perfil algo más bajo (al fin y al cabo él todavía no ha peleado nunca por el trono mundial), pero son ya legión sus seguidores. Su estilo fresco y de andar por casa conecta rápido. Y si decíamos que Rory siempre es Rory, qué decir de Jon a estas alturas. Jon siempre es Jon.
Si rebobinamos unas semanas en la máquina del tiempo y los aconteceres, enseguida reparamos en una curiosa circunstancia. Lo último que hizo Jon en el Augusta National en los días previos al arranque puro y duro de la competición fue jugar el miércoles nueve hoyos con Finau. Esta vez, ha sido lo primero que ha hecho en Oak Hill, porque en efecto se trata de la primera ronda de prácticas del español.
A ver, señores, que sólo se trata de una ronda de entrenamiento, bastante relajada, por cierto, pero encontramos con facilidad asas emocionantes a las que agarrarse. Sin ir más lejos, Jon arrancaba con un birdie majestuoso en el hoyo 1, un hoyo que de ninguna manera puede considerarse de trámite, más bien todo lo contrario, después de una espléndida salida-power-fade, un no menos espléndido segundo disparo y un putt de unos tres metros y medio adentro. Finau, por cierto, también se anotaba el birdie, aunque él, más chulo, se lo dejaba dado. En el 2, nuevo birdie de Jon… Gran salida pegando un hierro largo desde el tee, fantástico segundo tiro y putt de metro y medio adentro. Así, para abrir boca.
Habrá tiempo (hoy mismo) de entrar en detalle en la descripción y las claves de este East course, pero según avanzan Rory, Donald, Lowry, Jon y Tony, vamos confirmando que se trata, en efecto, de un test muy exigente. Pero muy, muy. Cuidado con despistarse en Oak Hill, que te puede caer encima un doloroso ochenta. O un setenta y muchos. Son registros que vamos a ver esta semana, vaya si los vamos a ver.
