Inicio The Open Championship The Open Championship 2015 Diecisiete (en la escala de Richter)

Diecisiete (en la escala de Richter)

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El hoyo 17 de St. Andrews es el más complicado del campo, por supuesto. Pero es que además es el más complicado de todos los campos en la rotación del British Open. Desde 1982 hasta nuestros días existen estadísticas fiables de la media de golpes que se han hecho en todos los hoyos de todos los campos donde se juega este torneo, y resulta que el 17 del Old course ocupa la primera posición en dificultad, ya que en 1984 (el año que ganó Seve) este par 4 se jugó con una media de 4,79 golpes, esto es, 0,79 golpes por encima de su par, un registro que no ha alcanzado jamás ningún otro hoyo, ni en St. Andrews ni en ningún otro campo. Pues bien, con el viento del Este que ha soplado hoy sobe el Old course, que no es el habitual ni mucho menos, este jueves se estaba jugando el 17 con una media de 4,83 golpes, unas décimas por encima del citado registro récord…

Tom Watson, que conoce bien el paño, ya había dicho al acabar su vuelta y sin tener noticia de este dato, que nunca en su vida había visto tan complicado este hoyo. Buen ojo el suyo.

Un ejemplo concreto: Rafael Cabrera Bello ha pegado un drive perfecto desde el tee y todavía le quedaba un tiro de más de 220 metros a la bandera. El canario, un jugador muy potente, aún tuvo que pegar una madera 3… «Yo no he jugado este hoyo tantas veces como Tom Watson, pero también es la vez que más complicado lo he visto», señalaba entre sonrisas.

Más pruebas de la dificultad mayúscula: Danny Lee pegaba drive y madera 3 y todavía se quedaba unos 45 metros corto de green. A Phil Mickelson le quedaban 250 metros con el segundo tiro, seguramente después de pegar un drive no tan bueno como el de Rafa…

Además, hay que pensar que se trata de un green de complicadísimo acceso. Si vas por la derecha hay que afinar mucho para dejarla en el sitio y no irte por detrás al camino. Si vas por la izquierda te está esperando el bunker más famoso del mundo. La bandera de hoy, escondida por la izquierda, detrás del bunker, aún complicaba más las cosas…

El 17 es un terremoto que sacude al jugador cuando ya está viendo la meta al fondo y que echa abajo muchas vueltas que venían más que aprobadas. Al margen de la dificultad a muchos les parece que no es un buen hoyo en cuanto a diseño. Miguel Ángel Jiménez no tiene pelos en la lengua: «tendrá toda la historia que se quiera, pero que no me digan que este es un gran hoyo de golf. Estás pegando desde el tee por encima de unas letras (se refiere al letrero del hotel que literalmente tapa la visión) a una calle que no ves. Y luego, puedes pegar un segundo golpe perfecto y no dejarla arriba, en el green, y si te vas por detrás al camino no puedes dropar».

Cuando sólo faltaban por pasar 24 jugadores aún no se había visto ningún birdie en este hoyo en la primera jornada de la 144ª edición del British Open…