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Las fatigas de la Armada en St. Andrews

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«Como decimos entre amigos, he jugado que te cagas, más o menos como Bobby Jones«, admitía Pablo Larrazábal entre bromas y veras poco después de firmar el mejor resultado de su carrera en un Open Championship. Nunca antes había hecho una vuelta de tres bajo par. Sí, tiene un 68 en Royal St. George’s el jueves de 2011, pero aquel British se jugó sobre par 70, y nunca más ha conseguido bajar de 70 golpes, así que tenía motivos suficientes para sonreír, por mucho que esta sea la semana de la angustia en la temporada de Pablo.

Larrazábal llegó a St. Andrews con muchas ganas, pero con dudas por su espalda. Su día de ayer fue un martirio. Jugó con dolor y, sobre todo, con miedo de que las molestias que le impedían casi agacharse para clavar el tee pudieran esconder una lesión más grave. Tampoco ayudaron demasiado las caras de los fisios en el camión cuando el español trataba de explicarles sus sensaciones. «Los noté preocupados y, claro, yo no tengo ni idea, pero te preocupas. Vino el médico del torneo y me estuvieron examinando durante una hora y media para descartar que tuviera algún problema de columna». Son momentos de angustia. Angustia porque no sabía si aquello incluso le iba a obligar a pasar por el quirófano. Ya no sólo es que te pierdas el British, es que puedes poner en riesgo una buena parte de la temporada.

Los médicos confirmaron que no había lesión grave. Alivio. Recibió un tratamiento muy fuerte y entre fisioterapia y medicación consiguieron reducirle el dolor a la mínima expresión. Larrazábal celebró las buenas noticias con una vuelta de 69 golpes en el Old course de St. Andrews. Pero la angustia sigue. Ahora, la espalda se queda en un segundo plano. La inquietud aparece por el corte. Su resultado total de +1 está en el alero. No se sabrá hasta que acabe la jornada si podrá jugar el fin de semana. «Me voy a casa a soplar, a ver si viene algo así como la galerna del Cantábrico o ese viento que tienen en Galicia y se complican las cosas para la tarde. Si no, lo voy a tener difícil. En cualquier caso, me iré contento por como he jugado», reconoce.

 

Quien sí va a pasar el corte salvo que ocurra algo muy extraño es Rafa Cabrera Bello. Aún así, también tendrá que estar pendiente de la clasificación. Las opciones de que el resultado de PAR no entre son mínimas, pero nunca se sabe en Escocia. El tiempo de perros que se esperaba para la tarde no ha sido tal. La jornada no es fácil, pero mejor que la tarde de ayer. No, definitivamente, el segundo turno del jueves no ha tenido mucha suerte.

La angustia de Rafa marcha por otros lares. Hoy ha vuelto a jugar muy bien de tee a green, pero el putt se ha atascado. «No he colado ninguna», señalaba con un puntito de desesperación tras entregar una tarjeta de 73 golpes, la primera de su carrera por encima del par en el Old course. Un buen ejemplo de su frustración llegaba en el hoyo 18. Metió un drive espectacular, apuntando al tee del hoyo 1, con viento a favor. La bola se quedaba entre el tee del 1 y el green del hoyo 18. Su primer putt, de unos 40 metros se quedaba a cuatro palmos para birdie… Muy bueno. Pero falló. La nota predominante del día.

 

También le tocó su parte de angustia a Miguel Ángel Jiménez. El malagueño sí que se ha quedado fuera del corte. Vuelta de 73 golpes para un total de +4. Arrancó bien la ronda, pero no fue capaz de darle continuidad en los segundos nueve. «No sé qué pasa, le estoy pegando bien a la pelota, pero en los grandes no consigo hacer resultado», reconocía. Ha fallado el corte en los tres en 2015: Masters, US Open y Open Championship. Pero su angustia viene de largo. Es el sexto corte consecutivo en grandes que falla después de su majestuoso cuarto puesto en el Masters del año pasado y es la primera vez en su carrera que falla el corte en los tres primeros majors del año, habiéndolos jugado todos, obviamente.

Lo bueno de Miguel es que rápidamente hace borrón y cuenta nueva. Y tiene motivos para hacerlo. La próxima semana le espera el British Senior Open en Sunningdale. «Voy allí con la intención y motivación de ganar, como cada semana», afirma.