Nunca ha sido Rafa Cabrera Bello (-3) el jugador más dicharachero y hablador en el campo. Cuando compite le gusta ir bien metido en la faena. Hay quien se relaja charlando, o quien necesita recibir más apoyo emocional de su caddie. Rafa no. De hecho, con Mike intercambia la información justa y siempre tiene que ver con el trabajo puro y duro: distancias, dirección de viento… Esas cosas. El canario es de los que prefiere ir metido dentro de una burbuja. Y cada vez va afinando más y más el modo de hacerlo.
Esta mañana, por ejemplo, antes de salir a jugar, venía escoltado hasta el tee del 1 por Chris Henry, el coach mental que se sumó a su equipo de trabajo hace unos meses. Realmente, en ese momento, se le veía ya en otra dimensión, la del que no quiere saber nada sobre lo que ocurra a su alrededor. Henry no está cada semana con él, pero no pierde el tiempo cuando deciden verse. Se trata de adquirir una rutinas mentales que después lo ayuden en el campo.
Rafa ha pasado otro corte en un Grande. El tercero consecutivo este año. No es este un registro cualquiera. Dice mucho, entre otras cosas, de la calidad de su ‘burbuja’. Hoy firmaba una tarjeta de par sin sobresaltos y el español terminaba satisfecho, aunque sólo moderadamente: «He acabado la ronda con un par de swings malos, pero no ha estado mal. Salvo eso, sigue yendo todo bien. A ver si mañana puedo engancharme a los líderes», comentaba. Resultados en directo.
