Inicio The Open Championship The Open Championship 2016 Últimas reflexiones de peso antes del banderazo
El plan de dustin Johnson, el momento y las ‘obligaciones’ de la Armada, el parte del viento…

Últimas reflexiones de peso antes del banderazo

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Colin Montgomerie ya está casi subido al tee del hoyo 1 de Royal Troon para dar el primer golpe del Open Championship pasadas las 7,30 de la mañana del jueves en la Península. ¿Qué les parece una maderita al fade para ganar el centro de la calle? Pura rutina. Como si lo estuviéramos viendo.

– Dustin Johnson es el hombre de moda, por supuesto. Aspira a hacerse un Rory-2014, o lo que es lo mismo, ganar de forma consecutiva dos Grandes y un WGC, tal y como hizo el norirlandés aquel año. ¿Puede conseguirlo? Pensar lo contrario antes de que las bolas comiencen a zumbar en el cielo de Troon sería casi un disparate. Otra cosa es que sea sencillo.

– Dice el de Carolina que hay una sola cosa por la cual se siente diferente antes y después de ganar el US Open: ahora no tiene sobre la espalda el peso de tener que ganar su primer grande. A priori, ello hace aún más peligroso a este jugador. Él también cree que esta circunstancia le ayudará mucho si el domingo llega a los últimos nueve hoyos con opciones de triunfo.

– Por cierto, Dustin Johnson no piensa cortarse demasiado a la hora de sacar el driver de la bolsa. Se inscribe por tanto en el club de Jason Day, el de los que casi prefieren tirar desde el tee a volar los bunkers y luego ya veremos. Y es que estos tipos tienen bien estudiado el rough y no parece intimidarles demasiado… Veremos de todas maneras si a la hora de la verdad no juegan más hierros de lo que hoy dicen.

– El parte meteorológico ha dado un sustancial giro en lo que al viento se refiere. El sentido habitual es del Noroeste, que es el que hace de los nueve segundos hoyos del recorrido un pequeño infierno, pero parece que mañana por la tarde irá rolando hasta ponerse del sur, por lo que podría darse la circunstancia de que los últimos partidos de la primera jornada jugaran esa segunda mitad del recorrido, la más dura, con el viento a favor. Jiménez, Sergio y Rafa vienen por ese lado del cuadro… El viernes, sábado y buena parte de la jornada del domingo también se espera viento del Sur, el contrario del que se ha estado dando estos días atrás. Cambio de planes, señores. No obstante, a los partes del viento hay que darles la credibilidad justita. Iremos informando. También se espera agua, qué menos, pero de forma intermitente y nunca en cantidades obscenas.

– La semana del Open se ha visto salpicada por la polémica olímpica de McIlroy. ¿Hablamos en plata? El norirlandés se fue calentando durante la rueda de prensa y terminó diciendo lo que no pensaba o no pensando lo que iba a decir, que para el caso es casi lo mismo. Justin Rose, también en rueda de prensa y sin aludir directamente al norirlandés, ha dejado muy clara su postura: él entiende que tiene que devolverle al golf al menos una parte de lo que el golf le ha dado a él. Impecable.

Por cierto, hemos podido ver a McIlroy y Rose hablando largo y tendido en el putting green y ya pueden dar ustedes por hecho que, entre otras cosas, han cambiado impresiones acerca de todo esto.

– Sergio García sigue estando donde quiere estar: en una situación de gran estabilidad y profundo equilibrio. En este estado siempre hay que contar con él.

– Si hay algún lugar, mejor que ningún otro, en el que Miguel Ángel Jiménez pueda hacer frente a la flor y nata del ranking mundial, ese es un Open Championship. Allá, en el centro de la cabeza del malagueño flota una idea: tendré mi momento, así que si soy capaz de aprovecharlo…

– No hay que tener miedo de situar a Rafa entre los aspirantes, lo que no significa transformarlo directamente en favorito. Serían palabras mayores. Pero son ya demasiados meses consecutivos de golf excelente como para obviarlo. Un Grande es un Grande, de acuerdo, pero todos los que atesoran victorias y puestos dentro del top-ten tuvieron también su primera vez. Cabrera Bello está preparado para el reto.

– Los dos novatos, Jon Rahm y Scott Fernández, llegan  esta cita en escalones diferentes. Hacia el primero apuntan ya muchos focos. Afortunadamente, él ha provocado esta situación gracias a una extraordinaria irrupción en el golf profesional. No seremos nosotros quienes pongamos vallas al campo del joven vasco, pero sería fantástico, de entrada, que consiguiera pasar también el corte, como en Oakmont. El segundo, Scott, sólo tiene el deber de disfrutar la experiencia.