Da toda la sensación de que el British Open de 2016 ha quedado reducido a un mano a mano después de 54 hoyos. No son Jack Nicklaus y Tom Watson, como en aquel famoso duelo al sol de Turnberry en 1977, pero no hagamos de menos al apasionante pulso que este domingo protagonizarán Henrik Stenson (-12), nuevo líder tras firmar una vuelta de 68 golpes (y van ya tres por debajo de 70 esta semana), y Phil Mickelson (-11) en Royal Troon. Ambos sacan una distancia demasiado importante al inmedato perseguidor, Bill Haas (-6) y no se hace sencillo pensar que los dos vayan a tropezar hasta ese punto, aunque cosas peores se hayan visto…
El estadounidense, fiel a su eclecticismo golfístico, ha salvado un día peligroso con una tarjeta de una menos absolutamente sorprendente, porque su swing no estaba tan afinado como días atrás. Lo que ocurre es que este tipo tiene tantos recursos y hoy ha tenido tanta suerte… Sí, no pasa nada por reconocerlo: hasta seis golpes de salida ha fallado sin pagar el peaje que podría haberle tocado. «Hoy no tenía ritmo, no sé qué pasaba, así que estoy orgulloso de haber podido jugar por debajo del par y mantenerme arriba», señalaba sincero.
Lo que se va a vivir en la ronda definitiva es casi un duelo a match play entre el sueco y el norteamericano. Y es curioso, porque Stenson así lo admite, mientras que Mickelson asegura que él no lo ve así. Será que, paradójicamente, el norteamericano se está haciendo el sueco, porque es bien conocida la pasión de Phil por los enfrentamientos cara a cara. O será que hoy no quería verlo de este modo al acabar una ronda de golf en la que, a pesar de su buen resultado, se ha sentido vulnerable.
A priori, parece que el nórdico parte con una ventaja y una desventaja. La ventaja es que no hay nadie que esté pegando mejor que él a la bola de un modo tan regular y consistente, tal y como se ha vuelto a demostrar este sábado, en el que ha igualado el mejor registro de la jornada saliendo en el partido estelar. Tal y como se ha demostrado, en definitiva, toda la semana: en los segundos nueve, el tramo más complicado en Troon, ha marcado un registro estos tres días que es 12 golpes mejor que la media de todos los jugadores del torneo. Una brutalidad.
La desventaja es que, para empezar, vuelve a recaer sobre sus hombros el peso de la historia. Ya saben, nunca un jugador sueco ha ganado un Grande… Es una presión añadida a la del hecho de que este experimentado jugador, obviamente, pertenece a ese maldito club de los grandes profesionales que nunca han cantado victoria en un major.
Por lo demás, y aunque ya sabemos que este tipo de datos no tienen en realidad ningún peso, siempre tiene su morbo recordar que los últimos seis ganadores en Royal Troon fueron norteamericanos (Palmer, Weiskopf, Watson, Calcavecchia, Leonard y Hamilton). Pincha aquí para ver los resultados.
