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Ten Golf habla con Josele Ballester a unas horas de su debut en el Open con 19 años

Josele Ballester: el airpod en la oreja derecha y una valiosa charla por móvil

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Josele Ballester - Open Championship - Royal Liverpool
Josele Ballester, este miércoles en la ronda de prácticas del Open Championship. (© Golffile | Pedro Salado)

Han pasado 21 años de la última vez que un golfista amateur español disputó el Open Championship. Fue Alejandro Larrazábal en Muirfield. Ya ha llovido. Antes que él sólo lo lograron un tal Sergio García y un tal José María Olazábal. Este jueves Josele Ballester se convertirá en el cuarto de toda la historia. Háganse una idea de la dimensión de lo que ya ha logrado este joven chico de 19 años natural de Castellón. Esto es también lo que él se va repitiendo a cada paso que da en Royal Liverpool. Sólo el hecho de jugar aquí, y de habérmelo ganado, es una fiesta. Nada ni nadie lo va a arruinar.

Y esto es precisamente lo que le contaban este miércoles por la mañana, a unas horas del esperado debut, a través de mensajes en su teléfono móvil. Al otro lado del aparato estaba alguien que sabe muy bien por lo que está pasando ahora mismo Josele, lo que está sintiendo su cuerpo, el cosquilleo, incluso la risa nerviosa. Quien mandaba el mensaje era Sergio García.

Nadie mejor para ponerse en su piel. Sergio jugó dos British Open como amateur, uno con 16 años como campeón de Europa individual, como Josele, y otro con 18, como campeón del British Amateur. Enorme gesto del jugador de Borriol. Tienen una buena relación, pero no ha esperado a que Ballester le pregunte, ha sido él, campeón del Masters de Augusta, con 25 participaciones en el Open a su espalda y diez top 10, quien ha tomado la iniciativa. «¿Cómo estás?», quiso saber.

Ha sido una conversación emocionante. «Iba a escribirle yo, pero se ha adelantado. Un detallazo. Le he pedido consejo y me ha dicho intentar disfrutar, aunque será complicado porque hay muchas cosas que pasan afuera que no estás acostumbrado y es muy fácil decir: olvídate de todo y dedícate sólo a jugar, pero cuando estás ahí es difícil. Va a ser complicado. También me ha dicho que no me equivoque si no hago una semana buena. Que saque sólo cosas positivas y muy valiosas, aunque el juego no esté bien. Me ha recordado que estar aquí ya es un premio que me he ganado, que me quede con lo positivo, con tener la oportunidad de jugar un Grande con menos de 20 años. Él lo hizo con 16, que me parece una locura, pero estoy muy feliz de poder hacerlo con 19», explica a Ten Golf.

¿Y cómo consigue uno aislarse del ruido de exterior, de todo lo que rodea a este Grande, al Open? Cada uno tiene su método. Ballester se enchufa en su oreja derecha un airpod y se pone a escuchar reguetón, lo que sea, lo que salga, lo mismo da… «Me gusta todo, aunque últimamente estoy escuchando más Feid, un cantante colombiano», asegura. Por supuesto, Josele es un jugador de fade, no podía ser de otra manera. Hemos cerrado el círculo.

Y eso es precisamente lo que ha hecho cuando ha llegado al campo de prácticas esta mañana de miércoles y ha visto cómo a su izquierda se ponía Scottie Scheffler y a su derecha Patrick Cantlay. Se ha enchufado el airpod y a pegar bolas. A su bola. En su mundo.

De quien sí trató de aprender todo lo que pudo fue de Jon Rahm en los 18 hoyos que jugaron juntos el pasado lunes. Un lujo. «Lo que más me impresiona de Jon es su juego desde el tee. No falla un tiro. Siempre está en juego. Es impresionante. Ya había jugado con él en Arizona en mi año de freshman y me alucinó lo mismo. En cuanto a la preparación del Open, me insistió en que las vueltas de prácticas son para entrenar y ajustar el juego corto, alrededor de green, coger las sensaciones de la velocidad de los greenes, los búnkers, los approachs… Desde el tee importa menos en un Open porque cada día cambia por el viento», apunta.

Ballester ha decidido disfrutar durante toda la semana como «un niño pequeño». Es otra de las cosas que se ha grabado a fuego este año tras un inicio de temporada muy difícil en la Universidad de Arizona. El propio Josele admite que llegó a tocar fondo, pero ha salido mucho más fuerte. Ocurrió entre los torneos National Invitational, en Tucson, y Valspar Invitational en West Palm Beach. «En el primero toqué fondo, pero no tanto porque no jugué bien, sino por la actitud en el campo. Fue muy mejorable. Estaba mi padre y ya en la habitación me arrepentí mucho porque sabía que si hubiera peleado más, habría estado arriba. La semana siguiente en Florida no jugué tan bien, pero tuve mejor actitud y me dije hasta aquí hemos llegado. Tras el torneo me senté con el coach y le comenté que yo no había venido a Arizona State para ser mediocre sino para ser excepcional. Me di cuenta de que necesitaba ayuda de los demás. El coach estaba deseando escuchar eso y los últimos meses han sido muy buenos. He pedido ayuda externa, he abierto la mente a la gente que de verdad sabes que le importas… y a escuchar. Después, yo sé lo que mejor me viene y lo que no es tan adecuado. Pero darme cuenta de que necesitaba ayuda y confiar un poco en los demás fue el punto de inflexión. A partir de ahí fue notable», afirma el actual campeón de Europa individual, segundo español de la historia que lo consigue tras Sergio García.

Josele, al fade con Feid y a disfrutar. Es lo que toca.