Jorge Campillo y Adri Arnaus, dos de los ocho españoles presentes esta semana en la 151ª edición del Open Championship, salían hoy a jugar por el hoyo 1 de Royal Liverpool a eso de las diez de la mañana. Pero después del primer hoyo se añadía un tercer hombre al partido, que iba jugando solo por delante y que pedía permiso gentilmente para hacerlo, y no era otro que el Número Uno el mundo, Scottie Scheffler.
De acuerdo, este tipo de situaciones suelen darse en un torneo profesional de golf y se llevan con naturalidad, pero, seamos francos, ni todas las semanas son las de un Open, ni tampoco suele unirse a tu partido todos los días el jugador que domina con mano firme el golf mundial.
Digamos, en primer lugar, que Scheffler conoce a Arnaus, ya que el catalán llegó a hacer muy buenas migas con la hermana mayor del texano, Callie Scheffler, con la que coincidió en la universidad de Texas A&M. De hecho, tal como se contó en su día en Tengolf, Callie ayudó una barbaridad a Adri con los estudios (“creo que gracias a ella me gradué en Finanzas”, señalaba el español), pasándole los apuntes. En todo caso, también hay que señalar que Scottie Scheffler rezuma normalidad por los cuatro costados. Es el Número Uno, pero no va escoltado a todas partes por la clásica guardia pretoriana.
A Arnaus lo conocía, desde luego, pero a Campillo no, y sin embargo ha estado también charlando con el extremeño. Es curioso, pero a ambos, Adri y Jorge, les ha contado entre otras cosas que la semana que viene, según acabe el Open, se marchará a Marbella unos cuantos días de vacaciones. A ver si al final lo va a hacer con la Jarra de Clarete bajo el brazo… Con casi total seguridad se puede adelantar que no veremos al Número Uno jugar al golf en ninguno de los campos de la Costa del Sol, precisamente porque va allí a desconectar, pero seguro que podrá vérsele en más de un restaurante y en algún beach club… Scottie y su mujer lo tienen claro: aprovechan el viaje a Europa de cada verano para quedarse por Europa unos días de vacaciones; el año pasado, sin ir más lejos, fueron a las islas griegas.
Más curiosidades. Scheffler ha jugado junto a los españoles siete hoyos y en ese tiempo podemos dar fe de que apenas ha fallado groseramente ni un solo golpe. Si acaso, eso sí, una salida a un bunker de calle en el hoyo 8. Y poco más, porque sus hierros y wedges carburaban como la seda. Por otro lado, el caddie de Sccottie, Ted Scott, se dirigía en un momento dado a Campillo para comentarle lo bien que le estaba pegando a la bola, ante la sorpresa del español… Aunque es muy cierto: Jorge ha pegado hoy auténticos tirazos en el mítico recorrido de Royal Liverpool, aunque luego la mandara al bunker de la derecha en el hoyo 17, ese nuevo par 3 que tantos quebraderos de cabeza va a dar esta semana.
Scheffler, que ha fusilado cada green desde todas las esquinas, trabajando a conciencia el juego corto, se despedía de la partida, entre otras cosas porque tenía que atender a los medios en rueda de prensa. Y a partir del jueves, nadie lo dude, lo veremos de nuevo en ruta hacia otro top 5 (lleva siete consecutivos), si es que no está para ganar…
