«A mi esposa y a mí nos gusta venir a Europa todos los años porque tratamos de quedarnos unos días de vacaciones y eso siempre es divertido. Un año fuimos a Londres y fue fantástico caminar, ver la ciudad y disfrutar de una buena comida. Fue muy divertido», comenta Scottie Scheffler en Royal Liverpool antes de anunciar una idea que tiene en mente: «He considerado venir y jugar más eventos en Europa en el otoño, porque ahora tendremos más tiempo libre en nuestro calendario del PGA Tour. Esa es realmente la época del año en la que puedes hacer que esas cosas sucedan». A finales de septiembre se disputa la Ryder Cup y antes del evento romano serán el Open de Irlanda, el BMW PGA Championship y el Open de Francia, mientras que después vendrán el Alfred Dunhill Links y el Open de España…
El Número Uno del mundo admitió que le entra un tembleque de piernas cada vez que golpea la bola en Royal Liverpool y ve cómo se dirige a un obstáculo de arena: «Lo único que he notado en este campo es que cada vez que mi bola va hacia un búnker, estoy muy nervioso. Voy a tratar de evitarlos a toda costa. Siento que en St. George’s muchos de los búnkeres tenían una pequeña pendiente hacia arriba antes de llegar al talud, y aquí parece que las caras de cada búnker son casi una pendiente hacia abajo. No creo que eso sea algo que me guste particularmente en un campo de golf. Creo que no recompensa tanto los buenos tiros. Si estás más cerca del green, terminas más cerca del borde, y si obtienes un golpe peor y apenas entras en el búnker, en realidad tienes una jugada. Así que preferiría que hubiera un poco de pendiente allí, pero eso es lo que hace especial a los Majors. Cada campo de golf es diferente y es un desafío, y haré todo lo posible para mantenerme fuera de ellos esta semana», asegura.
Objetivamente, Scheffler cuenta con escasa experiencia en los links, aunque reconoce que le encantan este tipo de campos y que es una lástima que sólo juegue en ellos cada julio: «Mi primera experiencia en links fue en el Abierto de Escocia en 2021 y luego jugué el Open en St. George’s. Me gustan mucho, aquí puedes ser extremadamente creativo. Si simplemente evitas los búnkers, puedes hacer lo que quieras, pero cada vez que estás en uno, es prácticamente una penalización de un golpe. Juego en el Renaissance todos los años y es muy divertido, y luego llegamos al Abierto y empiezo a acostumbrarme mucho a los links y sólo quiero jugar mucho más; me entristece cuando termino y no vuelvo hasta el próximo julio», afirma.
No recuerda el triunfo de Tiger aquí en 2006, más allá de que ha visto en Youtube aquella victoria en Hoylake: «Muchos de mis recuerdos de Tiger están todos en Youtube, realmente es una herramienta muy valiosa. Tienes la oportunidad de ver tantas cosas interesantes. Sí, diría que la mayoría de mis recuerdos juveniles de Tiger son simplemente verlo ganar mucho y verlo hacer todos los putts, ya sea en The Open o el putt en Torrey Pines que siempre se destaca. Y vi la actuación de Tiger aquí para ver el campo, porque no lo conocía, no sabía nada al respecto, aparte del hecho de que estaba muy firme y que sólo golpeó un driver durante toda la semana. Cada vez que llego a un nuevo campo, trato de aprender algo sobre él antes de llegar allí», manifiesta el texano nacido en Nueva Jersey, aunque matiza que «nunca he jugado campos en videojuegos porque no me gustan; si lo hiciera, probablemente mataría mi confianza».
Por último, Scheffler quita todo el hierro del mundo al debate acerca de su putt, un problema según los medios de comunicación, no así para él, que ofrece otra versión relacionada con su «aburrido» juego: «Definitivamente no. Creo que la mayor parte de lo que tiene que suceder es algo que debe crearse en una historia, y por un tiempo realmente no parecía que hubiera mucha historia detrás de mi forma de jugar al golf. Creo que fui visto como probablemente un poco aburrido y realmente no mostré mucha emoción. Pero hubo varios torneos que pude ganar en los que pateé mal, y de repente se convirtió en un problema según los locutores. Pero no le presto atención. Las cosas en las que estoy trabajando ahora me entusiasman mucho. Estoy haciendo muy buenos putts y muy pronto muchos comenzarán a caer en el medio del hoyo en lugar de esquivarlos por los lados. Tengo mucha fe en lo que estoy haciendo ahora», remarca Scheffler, ansioso por levantar su primer Open, y su segundo Major, y, por supuesto, implora para que su bola no caiga en los malditos búnkers.
