Es una de las cenas más exclusiva del golf mundial. Todos quieren estar en esa lista de invitados. Se produce en cada año Ryder Cup y en esta ocasión tuvo lugar el pasado martes, hace justo una semana, en la antesala del Genesis Scottish Open. La organiza el capitán del equipo de Europa, en este caso, ya lo saben, Luke Donald, y consiste en una especie de convivencia entre todos aquellos que de una manera u otra están en el radar para jugar la Ryder. Hay que estar ahí. No hay nada más importante. Y, según ha podido saber Ten Golf, allí estaban tres españoles…
La cena fue una barbacoa, tuvo lugar en una especie de castillo que funciona como hotel y se prolongó durante unas dos horas y media, con discurso del propio Donald y la presencia de Guy Kinnings, el máximo responsable de la Ryder Cup en Europa. Donald los animó a todos a apretar en este tramo final de la clasificación y les recordó que están en el radar y que tienen opciones de estar en Roma. Estuvieron todos los jugadores importantes a excepción de Jon Rahm, que no jugó en Escocia, y Rory McIlroy. También faltó Robert MacIntyre, con algunos compromisos por aquello de jugar en casa. Los demás, allí estaban: Hatton, Hovland, Fleetwood, Fitzpatrick, Rose o Lowry.
Sin embargo, en estas cenas casi lo más importante es qué jugadores estaban de los que no tienen su entrada ya asegurada en la Ryder. Ahí es donde podemos sacar pecho con la presencia de tres españoles: Pablo Larrazábal, Adrián Otaegui y Jorge Campillo. Sí, señores, con los tres cuenta Luke Donald para la Ryder de Roma. Claro que aún habrá que ganárselo en las semanas que restan, pero la caña está echada. Es esa invitación que llega y te saca una sonrisa.
Además de los españoles, estuvieron Francesco Molinari, Adrian Meronk, Yannik Paul, Thorbjorn Olesen, Victor Perez, los hermanos Hojgaard, Joost Luiten, Seamus Power, Jordan Smith o Aaron Rai. Faltaron otros como Migliozzi, Rozner, Björk, Noren Arnaus o Siem, para que se hagan una idea de dónde está ahora mismo el corte de Luke Donald. Obviamente, esto no significa que algunos de los que no estaban en la barbacoa puedan entrar finalmente en Roma y viceversa. Se trata fundamentalmente de una pista muy interesante.
En la lista de invitados la principal sorpresa fue la presencia de Ludvig Aberg, jovencísimo jugador sueco que se acaba de pasar a profesional y que está brillando en sus primeros torneos. No en vano, una semana antes del Scottish Open, donde jugó precisamente con Donald, acabó en la cuarta posición en el John Deere Classic.
