Scottie Scheffler llegó al hoyo 18, par 5 de Royal Liverpool, con la obligación de hacer un birdie para pasar el corte en el Open Championship. Su salida fue buena, pero su segundo tiro se marchó al búnker de la derecha, asentadita y muy cerca del talud, con la bandera corta. Su sacada fue milagrosa, al límite, se escapó de la pared del búnker en el último escorzo, agarró la pendiente de salida de la propia trampa y se quedó dada para birdie. Fueron tan grandes las fatigas del Número Uno del mundo durante todo el día, otra vez negado con el putter, que entre sorprendido, tímido y exultante, se dio la vuelta aún dentro de la arena y levantó los brazos mirando al público. Corte pasado.
Acto seguido es el turno de Cameron Smith. El australiano, defensor del título, llega al 18 en la misma situación que Scheffler, con +4 en su mochila. Necesita un birdie. Su salida, sin miedo, como juega siempre este chico, fue sensacional. Y su segundo golpe, una obra de arte. Seguramente el mejor golpe del día en Royal Liverpool, la botó en el sitio, dibujó perfectamente el contorno del green y se quedó a dos palmos para eagle. Otro que pasaba el corte.
Rickie Fowler sufría lo indecible para pasar el corte con una sacada y putt desde el búnker. A MacIntyre tampoco le llegaba la camisa al cuello para meterse en el fin de semana, lo mismo que Brooks Koepka, Bryson DeChambeau o Patrick Cantlay. Qué gozada. Los mejores del mundo sufriendo a degüello para jugar los cuatro días. Links en estado puro. The Open.
Las dos últimas horas de golf este viernes han sido un regalo. Porque todo empezó mucho antes, en los nueve últimos hoyos de Royal Liverpool, en ese tramo endemoniado que conforman el 12, 13 y 14. A los que hay que unir el despiadado 17, el durísimo 16, jugado con viento en contra, y los más favorables 15 y 18, dos pares 5 donde se puede rascar algo, aunque tampoco está garantizado. Brindemos por ese hoyo 18. Gracias, Royal & Ancient. Qué maravilla de hoyo. Lo mismo se hace un eagle que un ‘9’. Sensacional.
Quedan menos de 25 jugadores bajo par en el Open y, a excepción de Brian Harman (-10), el chalado (Larrazábal Dixit) que ha jugado hoy a otra cosa, tenemos a 27 jugadores separados únicamente por cinco golpes. Una maravilla de torneo con jugadores de todo tipo y condición en la parte de arriba. Eso sí, sin ningún top 10 mundial entre los diez mejores. Fin de semana de cuchillos largos en el Open. Los mejores top clasificados son Rory McIlroy y Max Homa, ambos con -1. Es inevitable pensar que nos quedan por delante un sábado y un domingo de alto voltaje, con algunas remontadas, quién sabe, si quedarán grabadas para la historia.
Y ahí metido de lleno en la pelea tenemos a un español, Adrián Otaegui (-2), dispuesto a aguantar hasta el último aliento. Incluso Jon Rahm (+2) se ha dejado una ventana abierta. Son siete golpes con la segunda plaza. Si firma el mejor resultado en los últimos 36 hoyos, tendrá algo que decir salvo que Brian Harman no baje el pistón.
Así las cosas, el torneo cuenta con una liebre que se llama Brian Harman (-10) y que ha puesto tierra de por medio con el pelotón y después aparecen serios candidatos como Tommy Fleetwood (-5), Jason Day (-3), Min Woo Lee (-3), Jordan Spieth (-2), Cameron Young (-2), Rory McIlroy (-1), Max Homa (-1), Wyndham Clark (-1)… Una gozada. Y más atrás, habrá que estar muy pendientes de lo que puedan hacer Viktor Hovland (PAR), Hideki Matsuyama (PAR), Jon Rahm (+2), Tyrrell Hatton (+2), Patrick Reed (+2), Matt Fitzpatrick (+2), Cameron Smith (+2), Xander Schauffele (+2), Bryson DeChambeau (+2) y la poderosa manada de +3 con Scheffler, Fowler, Koepka, Cantlay o Scott… Maravilloso. Una panda de fieras desatada.
