Cinco minutos le bastaron a Nacho Elvira en Royal Liverpool para ser inoculado para siempre con el veneno del Open Championship. «Pello, yo estoy no me lo quiero perder, tengo que jugar muchos más veces este torneo», le dijo a Iguarán, su caddie a partir de esta semana. Era lunes y acababa de llegar. Nacho no es ningún chaval de 20 años, ha jugado 253 torneos en el DP World Tour y tiene 36 castañas, pero nunca había visto nada igual. Sensacional.
Elvira está como un niño con zapatos nuevos. Disfruta de todo y con todo. Como ese silencio sepulcral en el tee del 1. Ahí es donde te das cuenta de que esto es una especie de catedral. Es otra cosa. «Yo era muy de Masters, Masters, Masters… pero cuidado con esto. Esta atmósfera y este ambiente es distinto a todo lo que yo había visto antes». Cuando han llegado este miércoles al primer tee de Royal Liverpool, había bastante jaleo. Hay mucha gente en esa grada. Sin embargo, en cuanto el primer jugador del partido ha pinchado su bola, el silencio ha sido ensordecedor. «Es que me he puesto tenso, he sentido una adrenalina que nunca antes había vivido en un torneo en una ronda de prácticas», afirma.
Nacho se ha enamorado a primera vista del Open. De los links hace tiempo que sentía una amor incondicional. «Me encantan estos campos, siempre me han gustado. De hecho, la única vez que he pagado por jugar al golf desde que soy profesional ha sido en un links, en Kingsbarns el año pasado. Fui a jugar con Ángel Hidalgo y pagamos 90 libras, el precio especial para pros. Además de jugar te regalan un cover para meter el libro del campo y una moneda para marcar la bola en los greenes. Fue un día espectacular y, además, hizo ocho menos. Fuimos a jugar después de jugar el Hero Open en Fairmont, a finales de junio», explica a Ten Golf.
Ya ven, menos de un año después, Nacho vuelve a jugar en un links, pero esta vez sin pagar, porque se lo ha ganado con el sudor de su frente tras un actuación sensacional en el Made in Himmerland.
Es cierto que Nacho no es un debutante al uso, pero tampoco se va a volver loco con las expectativas. Lunes y martes le pegó muy bien a la bola y hoy miércoles ha tenido algún problema más con unas molestias, muy ligeras, en la espalda. «Vengo a disfrutar y a aprender», asegura. Pero el veneno ya no se lo quita nadie.
