Justin Thomas (-5) es el primer líder del US Open tras entregar hoy una histórica tarjeta de 65 golpes en la jornada inicial en Winged Foot. Lo nunca visto. Es el resultado más bajo que se ha logrado jamás en un US Open en este recorrido de Nueva York. Han tenido que pasar 91 años y 2.160 vueltas registradas para encontrar un resultado tan bajo. Gloria para Justin Thomas.
No hay mérito que restar al flamante líder del US Open, faltaría más, ha jugado de cine, pero lo cierto es que Winged Foot no se ha mostrado ni de lejos tan fiero como lo pintaban. La USGA ha hecho caso a Tiger Woods y ha sido clemente, ha abierto la mano. Al 65 de Thomas hay que añadir un 66 de Patrick Reed, un 67 de Rory McIlroy, tres 68 de Brendon Todd, Harris English y Jason Kokrak y un 69 del amateur Davis Thompson. Siete vueltas bajo par sólo en el turno de mañana. En la historia del US Open en Winged Foot, en cinco ediciones, se habían hecho 74 en total. Sólo en la mitad de la jornada llevamos ya un diez por ciento.
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La USGA hoy no ha sido fiel a su seña de identidad en la preparación del campo. Se mire por donde se mire. El mejor es ejemplo es la vuelta de Patrick Reed. El bravo golfista norteamericano, que entregó su tarjeta poco antes que Justin Thomas, ya había igualado el mejor registro de la historia del US Open en Winged Foot (66 golpes de Fuzzy Zoeller en 1984). Y lo ha hecho cazando únicamente ¡cinco de las 14 calles! Eso no cuadra. Se ve que de momento no corren tiempos de masacre en la USGA.
La clave en las condiciones del campo ha estado en los greenes. No están tan duros como se anunció, ni tan rápidos. Se han regado generosamente esta mañana, se han cortado una sola vez y se les ha pasado el rulo únicamente en una ocasión. Se han puesto a algo más de 12 en el stimpmeter y veremos si no caen a 11 al final del día. En definitiva, estaban menos duros que los de Valderrama hace dos semanas. El campo sigue siendo exigente y duro, pero no inabordable. Los greenes reciben bien, con alegría, e incluso desde el rough, no desde el más profundo, obviamente, pero sí desde el segundo corte, se está consiguiendo para la bola en green. Además, por ahora el viento no ha hecho acto de presencia. Con razón los jugadores no se había quejado demasiado en los días de prácticas. En Winged Foot se olía que esto podía pasar… A lo largo de la historia del US Open en este recorrido, la edición con más vueltas bajo par fue en 1984. Se hicieron 29. Es innegable que vamos camino de batir ese registro… La media de golpes por la mañana ha sido de 72.78.
Patrick Reed se hace un hueco en la historia con este hoyo en uno
Thomas ha jugado como un reloj y ha presentado raudo y veloz su candidatura a la victoria. De tee a green se ha mostrado sólido como el granito y ha estado brillante con el putt. Incluso podría haberse quitado algún golpe más. Es la demostración de que jugando bien y por el sitio se le puede hacer un muy buen resultado a Winged Foot. Candidatura sobre la mesa también para Patrick Reed (-4) y Rory McIlroy (-3), cada uno a su estilo, el primero haciendo magia en cada approach desde el rough y el segundo con el tiralíneas en el bolsillo. Mención muy especial para el amateur Thompson. Es el cuarto aficionado de la historia que juega bajo par en Winged Foot en el US Open. Los tres anteriores fueron una leyenda como Bobby Jones (tres rondas bajo par hizo en 1929, entre ellas dos -3 porque era par 72) y dos excepcionales jugadores como George Van Elm (en 1929) y Jay Sigel (en 1984).
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Otros jugadores que han firmado un buen arranque son Patrick Cantlay (PAR), Adam Scott (+1), Webb Simpson (+1), Hideki Matsuyama (+1) o Martin Kaymer (+1). Por contra, quien se ha dejado mucho terreno es Tiger Woods (+3). Ronda a trompicones del golfista de Cypress. Ha hecho cinco birdies, seis bogeys y un doble bogey. Especialmente dañino su final con un bogey y un doble bogey en el 17 y 18. No está fino y da la sensación de que antes o después, pese a su enorme calidad y experiencia, le acaba cogiendo el toro.
Mala puesta en escena también para Sergio García (+4). El golfista de Borriol ha vuelto a estar lastrado un día más por el putter. Sólo falló dos greenes en regulación en sus primeros nueve hoyos y cometió sendos dobles bogeys. En el 18 (empezó por el 10) tras firmar un tripateo desde dos metros. Demasiado castigo. Excesivas concesiones. Llegó a ponerse +5 y reaccionó con dos birdies casi consecutivos, pero un bogey final en el 8, tras fallar un putt cortísimo, lo devolvió al +4 final.
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Veremos cómo reacciona la USGA tras los buenos resultados de esta primera jornada. En principio, las condiciones mañana deberían ser muy similares por aquello de no favorecer o perjudicar a ningún turno. Si se mantiene esta línea de tarjetas es probable que el fin de semana se vea una o dos vueltas de tuerca. Aunque ya veremos. Imaginamos que los orgullosos socios de Winged Foot no deben estar demasiado contentos con estos resultados…