Un approach mágico en el hoyo 18. Desde la zona corta de green, a la derecha. Rafa Cabrera Bello le pega con garbo, se pasa, pero no por falta de temple sino por estrategia. Pura imaginación. La bola se apoya en una chepa pasado el hoyo, sube sin coronar y empieza a bajar mansa y diligente hasta pararse a medio metro del hoyo. Par.
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Una sacada de búnker antológica en el hoyo 2. No tuvo nada de suerte y la bola se le quedó clavada en la arena. Huevo frito y los pies inestables. No se dejó nada en el golpe. Cogió la bola limpia y firmó la mejor sacada que se puede hacer desde esa posición. Extraordinaria. Después remató esa belleza con un fabuloso putt de cuatro metros. Par.
Sigamos. Un putt enorme de cinco metros en el hoyo 17 con puño de celebración incluido. Par. Otro de dos metros en el hoyo 13. Par. Uno más de algo más de dos metros en el hoyo 7. Par. Rafa ha entonado hoy un precioso canto a la supervivencia en Winged Foot. Ha salido del campo en pie sin hacer ni un solo birdie. Sólo los más fuertes, pacientes y resilientes pueden conseguir algo así. El único lunar en su expediente de hombre de hierro fue en el hoyo 11. Se le escapó un putt de poco más de un metro para bogey en el hoyo 11. Se puede decir que es el único golpe que, muy entrecomillas, ‘ha regalado’ al US Open en esta tercera ronda. El resto se los ha currado y ganado como si hubiera invertido en cada uno de ellos una jornada laboral de 16 horas.
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Rafa (+2) ha firmado una tarjeta de 74 golpes y se ha dejado terreno en la clasificación del US Open. Arrancó en el puesto tercero y ahora se encuentra en la octava plaza, empatado con Zach Johnson y Viktor Hovland. Ha resistido y aún tendrá mañana una opción de hacer algo grande. La victoria está lejana, ya que el líder Matthew Wolff (-5) se encuentra a siete golpes y Bryson DeChambeau (-3) está a cinco, pero no se le puede descartar. Necesita una ronda épica, pero en el US Open pueden pasar muchas cosas. Es obvio que Rafa necesitaría la versión más dura y despiadada de este quebrantahuesos golfístico para tener alguna opción. Tirando de lógico, su triunfo pasa porque el resultado ganador se sitúe en torno al par, no mucho menos.
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La realidad es que Rafa ha resistido muy bien y también ha jugado al golf mejor de lo que dice el resultado. Ha tenido hasta cuatro buenas opciones de birdies en los hoyos 3, 4, 14 y 16 que le podrían haber cambiado la vuelta. Quizá sea demasiado iluso pedir que meta todos los putts, sobre todo teniendo en cuenta que ha embocado algunos cruciales de par, pero si hubieran caído un par de ellos de los cuatro ahora mismo estaría metido en una cuarta posición de privilegio.
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Sea como fuere, Rafa ha firmado otro bello homenaje a la garra y la resistencia en un campo de golf y este domingo aún tendrá opciones de hacer algo realmente bonito.
