Muchos en el mundo del golf querían que Rory McIlroy ganara el US Open porque habría un punto de justicia poética: llevaba casi nueve años sin saborear las mieles del triunfo en un Grande, es seguramente el jugador más completo en los últimos 15 años y se ha partido el pecho por defender al PGA Tour y al DP World Tour en su pugna, en visos de solución, contra LIV Golf. Pero el norirlandés, de nuevo, se quedó sin el botín. Y su frustración era evidente después de subirse al segundo cajón del podio y ver cómo se le escapaba otra gran ocasión. Lógico, pues no entraba en las quinielas que en un golfista de perfil medio como Wyndham Clark le arrebatara el triunfo.
La prensa le insistió si no le resulta agotador al que le sigan preguntando por las decepciones. ¿Resulta agotador? «Lo es, pero al mismo tiempo, cuando finalmente gane el próximo Grande, va a ser muy, muy dulce. Viviría 100 domingos como éste por conseguir otro Major», reveló el norirlandés, que se vio bien en la última ronda: «Creo que ejecuté muy bien mi plan de juego, cogiendo muchas calles y muchos greenes, lo que debes hacer en el US Open. En todo caso, sentí que en los dos últimos días, cuando los greenes empezaron a ponerse duros, perdí un poco el control de la velocidad, y creo que ésa fue la razón por la que no embocé muchos putts. Puedo jugar con libertad. Creo que hoy lo he demostrado. Sólo sentí que mi control de velocidad estaba un poco mal con el putter. Probablemente por eso no hice un birdie más desde el primer hoyo».
Resume McIlroy su actuación en los últimos 18 hoyos y, de nuevo, vuelve a pensar en el futuro inmediato, en alcanzar otro Major que acabe con la sequía: «El campo estaba muy difícil, y obviamente los resultados en los últimos grupos lo reflejaron. Hubo un par de cosas que probablemente hubiera hecho diferente, pero en general, jugué una sólida ronda. Ese golpe de wedge en el 14, el putt para birdie fallado en el 8, aparte de eso, hice todo lo demás como quería. Sí, márgenes finos, finos a este nivel y en este torneo especialmente, pero luché hasta el final. Obviamente, nunca me rindo. Y cada vez estoy más cerca. Cuanto más me siga poniendo en estas situaciones, tarde o temprano lo conseguiré. Sólo tengo que reagruparme y concentrarme para Hoylake dentro de unas semanas”, comentó Rory, recordando las 19 veces que Jack Nicklaus terminó segundo en los Majors.
Echa la vista atrás McIlroy y hace un paralelismo entre The Open en 2022 y este US Open: «Las dos últimas oportunidades reales que he tenido en Majors creo que han sido actuaciones bastante similares, St Andrews el año pasado y luego aquí. No lo he hecho muy mal, pero no he hecho un birdie desde el primer hoyo de hoy. Sólo intento ser un poco más eficiente con mis oportunidades y mis miradas. Una vez más, en general, cuando estás en la lucha por entrar en la ronda final de un Abierto de Estados Unidos, he jugado de la manera que quería jugar. Sólo hubo un par de golpes, dos o tres golpes en el transcurso de la ronda que me gustaría haber recuperado».
¿Y cuándo empieza la cuenta atrás para Royal Liverpool? «Hace tres minutos, supongo. Sí, jugaré el Travelers ahora, luego el Open de Escocia, pero estoy centrado en asegurarme de que estoy listo para The Ope»”, zanjó Rory.
