– Rickie Fowler (-10) es líder en solitario del US Open Championship después de la segunda jornada. El golfista de Murrieta, California, ha entregado una tarjeta de 68 golpes labrada en piedra, con ocho birdies y seis bogeys. Se ha ganado el sueldo. Está jugando muy bien al golf, pero también se está mostrando vulnerable. Alterna golpes de extrema calidad con errores que te pueden costar un US Open. Veremos cómo le va cuando las condiciones se pongan más duras. Porque nadie duda de que el fin de semana va a ser muy duro.
– Fowler es el héroe del pueblo. Seguramente, a día de hoy no habría una victoria más popular en el mundo del golf. Es el jugador más querido y aún busca su primer Grande con 34 años. La ovación que le han tributado en el hoyo 18 ha puesto a todos los pelos de punta. «No sé por qué la gente me quiere tanto, sobre todo los niños. Nunca planeé ser admirado por los niños o que me siguieran, ni nada de eso. Creo que siempre he sido yo mismo y no intento hacer nada diferente ni ser otra persona. Espero dar la impresión de ser auténtico. Creo que soy yo mismo y me encanta lo que hago. Creo que los niños y los jóvenes saben juzgar muy bien a las personas, así que me tomaré como un cumplido el hecho de que muchos chicos me admiren», aseguraba ayer con esa sencillez tan del pueblo.
– Se esperan uno o dos giros de tuerca el fin de semana. De alguna manera habrá que contrarrestar que Fowler haya igualado el récord de Martin Kaymer en Pinehurst 2014 a 36 hoyos en el US Open: 130 golpes (en relación al par el récord es de Rory McIlroy con -11 en Congressional 2011). Greenes más duros, calles más firmes, más calor, todo un poco más difícil.. Veremos hasta dónde llega la USGA.
– Hablando de dureza. Rory McIlroy aseguró este viernes tras su vuelta que ha estado viendo vídeos de su victoria en el Open Championship de Royal Liverpool en 2014, su último triunfo en un Grande. El norirlandés afirma que le sorprendió la paciencia con la que jugó y que en muchos tees de salida pegó hierro 3 y madera 3. «Necesito esa paciencia este fin de semana», señaló. Y tanto.
– Este viernes por la tarde ya se ha notado cierta evolución. De hecho, mientras que la media de golpes el jueves por la tarde fue algo mejor que la de la mañana, aunque muy igualada, hoy ha perdido la partida por una amplia diferencia: +1,47 frente a +3,02. De alguna manera, los que jugaron por la mañana el jueves y por la tarde el viernes han salido perjudicados. Más mérito para Rickie Fowler. El líder iba por el lado malo.
– A un golpe de Fowler está Wyndham Clark y a dos se encuentran Rory McIlroy y Xander Schauffele. Hay que destacar la recuperación de Schauffele. Parecía que el US Open se le estaba escapando entre los dedos con tres bogeys seguidos entre los hoyos 13 y 15 y ha sabido terminar con dos birdies en el 17 y 18 para volver a decir aquí estoy yo. Hay algunos que piensan que no aguantará el fin de semana, que ya le ha pasado en otros Grandes. Mejor decir que ganar un Grande no es fácil y que Schauffele lo tiene todo para llevarse uno más pronto que tarde.
– Por supuesto, ahí está Scottie Scheffler (-5). El Número Uno del mundo nunca falla. Es impresionante. No parece atravesar su momento más dulce, pero siempre se las arregla para volver y para estar. Ha hecho un parcial de tres menos en sus segundos nueve y ahí está enseñando la patita.
– Y vamos con la ilustre lista de víctimas que han fallado el corte: Justin Thomas (+14), madre mía cómo está Justin Thomas, Jordan Spieth, Phil Mickelson, Victor Perez, Jason Day, Sungjae Im, Adam Scott, Francesco Molinari, Max Homa o Justin Rose.
