Jon Rahm tiene un aparcamiento exclusivo en Pinehurst. Está a la espalda de la portentosa casa club del resort de Carolina del Norte. Es sólo para unos privilegiados que se han ganado esa preferencia con el sudor de su frente. A su derecha aparca Matthew Fitzpatrick y a su izquierda Bryson DeChambeau. Es el parking de los campeones más recientes del US Open. El hueco para el coche de cortesía del golfista de Barrika ha estado vacío todo el día. Jon no se ha dejado ver por Pinehurst este lunes.
Esto no significa que las noticias sean malas, ni mucho menos. Más bien al contrario. Rahm ha estado muy fastidiado, pero la evolución en las últimas horas ha sido bastante positiva. Hoy mismo se encontraba mucho mejor, aunque ha decidido guardar reposo para mantener la infección bajo control. Recordemos que se hizo la herida entre dos dedos del pie izquierdo, una zona muy complicada, de mucho roce y sudoración. Se retiró después de jugar cinco hoyos en las segunda ronda del LIV Golf de Houston este sábado.
Tanto es así que Rahm ha decidido que tampoco va a jugar este martes, aunque sí va a estar en Pinehurst. Va a atender a los medios de comunicación a partir de las diez y media de la mañana hora local, seis y media de la tarde en la España peninsular. De haber estado muy mal, ni siquiera habría venido al campo y se habría puesto de acuerdo con la USGA para posponer su comparecencia por lo menos al miércoles. El hecho de que la mantenga es una buena noticia.
Es evidente que la infección ha trastocado sus planes. No es el primer Grande en el que Jon no juega ningún hoyo de prácticas el lunes, pero sí es el primero en el que tampoco reconocerá el campo el martes. Es una novedad, pero las cosas vienen como vienen y no hay otra que adaptarse. Al menos, le queda el consuelo de que estuvo aquí hace apenas unos días. Voló a Pinehurst desde Arizona el sábado y entrenó domingo y lunes junto a Phil Mickelson. Así las cosas, una buena parte del trabajo está hecha.
Si la evolución sigue siendo positiva, Rahm tratará de jugar al menos nueve hoyos el miércoles, pero tampoco hay que descartar que decida no salir al campo para guardarse por completo para el jueves, para cuando empieza lo bueno. Mientras, su caddie Adam Hayes está haciendo todo el trabajo habitual, tomando referencias y planteando la estrategia de la semana bajo las directrices del propio Jon. No son pocas las veces que el vizcaíno ha dicho que podría jugar un campo a ciegas, sólo con las indicaciones de Adam.
En definitiva, no es la preparación ideal, eso es de perogrullo, pero tampoco hay que hacer saltar ninguna alarma. Según ha podido saber Ten Golf, la evolución de las últimas horas con los cuidados y atenciones que está recibiendo ha sido realmente buena.