Dave Phillips es a día de hoy una de las personas más importantes en el golf español. Fundó el Titleist Performance Institute y en sus manos se encuentran ahora mismo los swings de Jon Rahm, David Puig y Alex del Rey. Casi nada. Una parte trascendente del presente y el futuro del golf español.
Phillips es un gurú. Es un entrenador global que abarca muchas disciplinas del juego. Miembro de la PGA de América desde 1993, está considerado desde el año 2000 como uno de los 50 mejores instructores de Estados Unidos. Creó la marca TPI Certified con el objetivo de educar a los profesionales del golf, en la técnica, el fitness y la medicina. Desde el inicio de los seminarios de formación en 2006, han pasado por sus clases más de 20.000 expertos certificados por TPI en 62 países de todo el mundo. La marca certificada TPI es la más reconocida de su clase en el mundo y a su vez ha ayudado a muchos jugadores amateurs a aumentar su rendimiento.
Sentarse con Dave Phillips a charlar de golf siempre merece la pena. Transmite pasión por el juego y la enseñanza y lo explica de maravilla. Dice cosas sin la necesidad de abrumar a su interlocutor, sin la obsesión de dirigirse al otro como si lo hiciera desde un púlpito. Es cercano, directo y muy agradable.
Aprovechando su presencia en el US Open en Los Angeles Country Club, le preguntamos por dos de sus pupilos, David Puig y Alejandro del Rey, los dos españoles que debutaron la semana pasada en un Grande y que de una manera u otra dejaron su sello. Sobre David nos habla de su gran talento, sus principales virtudes y lo que necesita mejorar. Atentos porque este señor diagnostica como nadie y sin paños calientes.
«David es un jugador fantástico. Tiene todas las cualidades que se necesitan para competir al más alto nivel. Tiene uno de los mejores juegos cortos que he visto en mi vida, al estilo de Seve. Tiene velocidad, tiene potencia y sólo necesita ir ganando confianza. Precisamente, estos torneos sirven para darte esa confianza. Pasar el corte en una semana así tiene un enorme valor añadido. La gente debería estar muy orgullosa de él porque sólo tiene 21 años y jugar contra todos estos grandes jugadores, es algo fantástico», asegura a Ten Golf.
Phillips no duda en destacar los dos últimos hoyos de Puig el viernes para meterse en el fin de semana de su primer US Open. «Pasó el corte haciendo birdie en el 8 y metiendo un gran putt de par de dos metros en el 9. No era fácil. Tiene que empezar a creer en sí mismo y crecer con todas estas experiencias», apunta.
En cuanto a lo que debe mejorar, Phillips tiene muy claro que se trata de la parcela física, algo de lo que él, precisamente, entiende un rato. «Tiene que mejorar en todos los aspectos, como todos los jugadores. Pero sobre todo diría que su cuerpo es muy esbelto y delgado y me gustaría añadir musculatura para protegerlo. Recuerdo hace mucho años, cuando Rory McIlroy tenía 18, 19 años, generaba mucha velocidad y surgieron algunos problemas en su espalda. David me recuerda a Rory en ese sentido. Me gustaría que se pusiera más fuerte para poder ayudar a su espalda y al resto de su cuerpo y así tener una carrera larga. Crea mucha velocidad en su swing y nos tenemos que asegurar de que su cuerpo puede con ello», explica.
En cuanto a Alejandro del Rey, aunque no pasó finalmente el corte, también dedica una buena reflexión sobre sus virtudes y lo que necesita aprender. «Alex es otro jugador con un talento fantástico, es muy bueno para España tener jugadores tan jóvenes y tan buenos. Aunque seguro que no se ha marchado del US Open con el mejor sabor de boca, se puede ver perfectamente su potencial. Cuando eres tan joven tienes que seguir aprendiendo. De nuevo, él tiene todas las cualidades necesarias para triunfar y debe creer en ello y entender que ya está aquí. Muchos jugadores jóvenes se preguntan qué necesito para llegar a la élite y yo siempre les digo lo mismo, no necesitas nada, ya estás aquí, lo único que debes hacer es seguir aprendiendo, mejorando paso a paso y creciendo un poco cada día. Cuando Alex aprenda de sus errores, estará preparado para subir al siguiente nivel», remata.
