Carlota Ciganda fue sometida este jueves a un tercer grado por parte de los periodistas a cuenta del juego lento y su autodescalificación en el Evian Championship. Fue después de entregar un notable resultado de dos bajo par en la primera ronda del AIG Women’s British Open en Walton Heath.
Carlota respondió como es Carlota, con absoluta transparencia, sinceridad y sin filtros. Admitió de nuevo que es una jugadora lenta, que lo sabe, desveló que está trabajando duro para ser más rápida, pero nada de eso quita para que lo que sucedió en el Evian le siga pareciendo injusto y para reclamar que ella no es la única que se tiene que poner las pilas contra el juego lento.
Carlota reconoció que lleva tiempo trabajando con Álvaro Alonso, su caddie, para acelerar su rutina en el juego, especialmente en los greenes. Asegura que ya ha conseguido mejorar un poco, que es más rápida y, sobre todo, que lo ha conseguido sin perder eficacia en el resultado. Está contenta y un buen ejemplo ha sido esa primera jornada en el British. «Hemos estado practicando la rutina y creo que hoy hemos estado bien. Hemos estado esperando unos hoyos al grupo de delante, así que creo que hemos hecho un buen trabajo», afirma.
Eso sí, la admisión de culpa no significa que esté de acuerdo con lo que sucedió en el Evian. Carlota mantiene que faltó sensibilidad por parte del árbitro que la cronometró en esos dos últimos hoyos. «Hay que entender que es golf profesional y que estamos jugando para ganarnos la vida y, a veces, en los majors, si caes en el rough o en una mala situación, vas a tardar más. Si haces un bogey supone un par de minutos más, así que creo que deberían entenderlo un poco más», señala.
Además, volvió a insistir en la idea de la arbitrariedad de cuándo se empieza a cronometrar. «Siempre dicen que el tiempo empieza cuando te toca jugar, pero ¿cuándo es eso? Es tan subjetivo. Creo que al final, si ponen un árbitro en cada grupo, muchas chicas, serían penalizadas y creo que a veces no es justo», argumenta.
No obstante, el gran lamento de Ciganda es que tiene la sensación de que le ha cogido la matrícula y que el comportamiento no es el mismo con todas. El agravio comparativo es lo que más le molesta. «Sé que no soy rápida, como sé que hay muchas jugadoras más rápidas ahí fuera, pero creo que hay otras muchas jugadoras lentas, y a ellas no se les penaliza y no se les cronometra tanto como a mí, así que no creo que eso sea justo», explica.
Al final, Carlota abre la caja de los truenos. Sabe que debe ser más rápida, pero no es la única y reclama el mismo trato para todas, algo que ella no percibe. Dicho esto, no quiere darle más vueltas, aparca el asunto y se centra en jugar al golf y tratar de ganar este British. «Estoy aquí para jugar al golf e intento hacerlo lo mejor posible. Creo que soy una buena persona y respeto a todo el mundo cuando juego, así que sólo espero que hagan lo mismo conmigo. No obstante, no quiero pensar demasiado en ello», señala.