Inicio Grandes Circuitos Retirada, enfermedad, 20 médicos… una historia para llevarla al cine
Hace justo un año medito seriamente retirarse del golf profesional

Retirada, enfermedad, 20 médicos… una historia para llevarla al cine

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Sophia Popov, con el trofeo de campeona del AIG Women's British Open. © Royal and Ancient

Cada pequeña historia que se va descubriendo sobre el personaje de Sophia Popov, flamante campeona este domingo del AIG Women’s British Open, es más sorprendente y completa el retrato de una golfista con un extraordinario espíritu de superación. Su vida, con su reciente victoria en el mítico Royal Troon, un club que no admitió a mujeres socias hasta el año 2016, merece ser llevada al cine.

«Sabía que el cheque de campeona del British Open era grande, pero no me esperaba tanto», aseguró ayer muerta de risa mientras miraba la cifra: 675.000 dólares. Más de medio millón por encima de total que había ganado en su carrera desde que se hizo profesional en 2014 (108.051 dólares). No sabía la cifra porque jamás se le había pasado por la cabeza ganar este torneo. Ni siquiera jugarlo. Tres semanas antes del British estaba haciendo de caddie, hace 15 días se clasificó para jugarlo mediante un torneo al que nunca pensó que pudiera entrar, la semana anterior estaba jugando en Arizona una prueba del Symetra y empezó el jueves con apenas una vuelta de prácticas a sus espaldas y, eso sí, habiendo visto de cabo a rabo el vídeo de la ronda final de Phil Mickelson y Henrik Stenson en el British Open de Royal Troon en 2016.

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Hasta llegar a la escena en la que lloraba desconsoladamente en el green del hoyo 18 antes de tirar el último putt del British, Popov ha tenido que superar muchos obstáculos. El más importante la atacó en forma de enfermedad. En su primer año como profesional, al poco de sacarse la tarjeta del LPGA, empezó a sentirse mal, perdió hasta diez kilos de peso y estaba continuamente fatigada. Describió hasta diez síntomas diferentes y tardó tres años en ser diagnosticada. Consultó a 20 especialistas distintos. Finalmente, tenía la enfermedad de Lyme y pudo empezar a ser tratada en 2017.

Aquello fue un freno absoluto a una carrera que prometía. Como amateur brilló con luz propia en Europa en la Universidad de Southern California, pero el parón que le produjo la enfermedad la invadió de dudas. Iban pasando los años y no era capaz de conseguir la tarjeta del LPGA ni por la Escuela ni por el Symetra. Así, el año pasado se planteó seriamente la retirada. «Casi lo dejo, estuve a punto, aunque gracias a Dios me eché atrás», explicó ayer.

Victoria de Fátima Fernández Cano en el IOA Championship del Symetra

Hace justo un mes estaba celebrando en su casa con su madre y una copa de champán su primera victoria como profesional. Fue en el Cactus Tour, mini-circuito de Arizona en el que ganaría dos semana consecutivas. Aquel brindis fue el inicio de algo que se cerraría de manera increíble con la victoria en el British Open.

A Jon no es fácil cogerlo en un renuncio

El sábado, subida al coche, cuando iba camino del hotel ya de noche saliendo de Royal Troon sintió que alguien llamaba en la ventana de su puerta. Bajó el cristal y se encontró con Laura Davies, ganadora de cuatro Grandes, miembro del Hall of Fame y una de las golfistas más importantes de la historia. «Mañana haz lo mismo que has hecho hoy y verás cómo todo irá bien», le dijo. Era el último impulso que necesitaba. «Siempre he creído que todo es posible y así he jugado siempre cada ronda de golf, pero jamás me esperé que me pudiera suceder algo así».

The end.

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