– La victoria de A Lim Kim en el US Women’s Open este lunes nos ha dejado en el cajón un récord histórico. La golfista coreana ha protagonizado la mayor remontada de la historia en una ronda final para levantar un trofeo. Partió desde la novena posición, superando el anterior registro establecido por Laurie Merten, campeona del US Open en 1993 comenzando el último día en la octava plaza.
– En recuperación de puestos ha sido la mejor de todos los tiempos, pero en golpes también se ha situado en todo lo alto. Recortó cinco impactos a Hinako Shibuno, igualando el mejor dato de la historia. Esta remontada de cinco golpes se había producido previamente en seis ocasiones, la más reciente obra de Annika Sorenstam en 1995. No es una mala predecesora.
A Lim Kim le pone la mascarilla al US Open en el año del Covid
– A Lim Kim es una dura pegadora. Podría decirse que ha ganado el US Open al estilo Bryson DeChambeau. No, la asiática no ha transformado su cuerpo ni su swing en unos pocos meses, ni analiza el golf desde el punto de vista científico del californiano, pero va muy largo. En 2018 fue líder en distancia del circuito coreano y esta semana en el Champions Golf Club ha sido la única que ha conseguido pasar de 300 yardas. Concretamente, lo hizo en la segunda ronda en Cypress Creek. Hay que decir que los datos no son exhaustivos, ya que la USGA sólo mide dos drives de cada jugadora por vuelta. En cualquier caso, es una pista de los ‘leñazos’ que le mete Kim a la bola. Su drive fue a 306,4 yardas. Además, también pegó el segundo más largo del torneo a 295,1. Hay que darle aún más mérito a estos registros si tenemos en cuenta que hacía mucho frío y el terreno estaba muy mojado. Era muy difícil hacer distancia. Con estas variables, superar las 300 yardas es suficientemente revelador acerca de su pegada. En media fue la cuarta más larga del US Open. Charley Hull ganó en esta parcela. La pegadora más larga del LPGA en 2020 es Bianca Pagdanganan con una media de 283,935, la segunda más larga de la historia en el circuito americano tras Karin Sjodin, que promedió 284 en 2006.
Los tres golpes de gracia A Lim Kim al US Open
– Cuando decimos al estilo DeChambeau, hay que añadir que tampoco cogió muchas calles, apenas el 54 por ciento, un registro muy bajo en el golf femenino. Tanto es así que sólo tres golfistas quedaron por detrás de ella en este apartado estadístico. En este sentido, la hierba bermuda del rough, dormida por el frío esta semana, ha sido de gran ayuda para la coreana. Pese a no coger muchas calles, eso sí, fue la quinta mejor en greenes en regulación (69%). El rough de Winged Foot, eso sí, no estaba nada dormido…
– Otra demostración de su pegada está en los palos que utilizó en los tres últimos hoyos. En el 16, un par 3 largo donde Amy Olson, por ejemplo, utilizó un híbrido, A Lim Kim salió con un hierro 5. En el hoyo 17 pegó híbrido y hierro 8 y en el 18 necesitó la madera 3 y un wedge de 46 grados. Fue la jugadora que más birdies hizo en el torneo (16).
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– Otro detalle que subraya en rojo la victoria de Kim en el US Open. Es la ganadora con el ranking mundial más bajo desde que existe esta clasificación (94º). Hoy está ya en el puesto 30º. Ha pasado de ser la trigésimo tercera coreana del mundo a colocarse la decimotercera.
– En el hoyo 13, las cámaras de televisión sorprendieron a Amy Olson cantando una canción. La golfista norteamericana desveló tras su vuelta que se trataba de You raise me up, de Josh Groban, y más concretamente esta frase: You raise me up on stormy waters. No fue un día nada fácil para Olson. El sábado por la noche se murió repentinamente su suegro y su marido, que estaba con ella en Houston, tuvo que viajar de vuelta a Dakota del Norte, donde residen, y se perdió la ronda final.
Señores, esto es lo nunca visto…
– A Lim Kim no lleva mucho tiempo jugando al golf. Empezó por estar con su padre, que era aficionado. En 2008, cuando Se Ri Pak ganó el US Open, aún no había cogido un palo. Su progresión ha sido espectacular. Sus referentes son Se Ri Pak y Annika Sorenstam.
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– Le preguntaron a la campeona del US Women’s Open las razones por las que jugaba con mascarilla, teniendo en cuenta que no era obligatorio usarla en el torneo. «No me preocupa nada si doy positivo en Covid-19 en un test, pero no quiero contagiar a nadie. Jugamos con otra jugadora, una o dos, y con otros caddies, y no querría ser responsable de eso. Siempre juego y entreno con mascarilla, por lo que estoy acostumbrada», aseguró. Por cierto, a su vuelta a Corea del Sur tendrá que hacer una cuarentena de 14 días, por lo que no podrá estar con su familia en los días de Nochebuena y Navidad, sólo con su madre, que viajó con ella a Houston.