Salvo en contadas ocasiones, el golf ha sido un deporte minoritario en España. Vale que jugadores como Ballesteros lo llevaron a primera plana, pero era algo que duraba pocos días y que después se olvidaba. Por eso sorprende tanto ver cómo está creciendo en los últimos años siendo una de las disciplinas que más nuevas licencias concede.
Los números no mienten
Cerrar el año 2022 con 293.560 licencias totales de jugadores es algo que permite a la RFEG sacar pecho de una forma importante. No es para menos, ya que su trabajo se está manifestando en un aumento del interés por este deporte y en una consolidación de los jugadores profesionales y amateurs que se dedican a pasar su tiempo libre participando en los diferentes torneos que se organizan.
Si el número de licencias es alto, el contar con un crecimiento anual que se mantiene en torno al 8 % en el último lustro es otro de los éxitos de los encargados de la federación.
Esto viene a demostrar que lo del golf no ha sido una moda pasajera que ha creado licencias que se vayan a perder pronto. Los que están se van a quedar y, muy posiblemente, el crecimiento va a seguir aumentando en los próximos años.
Todo lo que ha influido en ello es difícil de tener en cuenta. La calidad de los campos, su número cada vez mayor, el acceso a equipo de calidad en buenas condiciones económicas o la popularidad de algunos jugadores son aspectos que seguro que son clave.
Un seguimiento cada vez mayor
Pero si hay algo que revela que el golf crece entre el público en general no es solo el número de licencias con las que cuenta. Tampoco hay que dejar de lado que cada vez se retransmiten más torneos en directo y que el golf ahora conoce todo tipo de apuestas deportivas como sucede con el fútbol o con el baloncesto.
Solo hay que ver la importancia que se da a títulos como la Ryder Cup. Posiblemente, esta se ha entendido como una de las competiciones internacionales más importantes del mundo y hay espectadores que han tenido su primer contacto con el mundo del golf profesional a través de ella.
Pero donde se mueven los grandes números de jugadores y de amantes de las retransmisiones de golf es en torneos más minoritarios, pero que pertenecen a los grandes circuitos. El PGA Tour es un buen ejemplo de lo que estamos hablando, y es que sus torneos, como el de España, empiezan a ser cada vez más seguidos en plataformas de streaming deportivo de todo el mundo.
En definitiva, el golf crece. Y lo mejor de todo es que lo hace con una solidez que invita a pensar que esto es algo que no va a cambiar en absoluto en los próximos años dado el aumento de licencias concedidas y la apuesta de televisiones por torneos concretos.
