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Ras de hierba de la segunda ronda del WGC Dell Technologies Match Play

Todo lo que nos dicen (y callan) los números de Bradley y Horschel

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Keegan Bradley durante la segunda ronda del WGC Dell Technologies Match Play 2023. © Golffile | Jason Allen
Keegan Bradley durante la segunda ronda del WGC Dell Technologies Match Play 2023. © Golffile | Jason Allen

– Keegan Bradley al fin ganó ayer un partido en el Dell Technologies Match Play. No sólo ganaba, se daba un homenaje: 6 y 5 ante Scott Stallings. Han sido muy comentados esta semana sus registros pasados en el Austin Country Club y en este mismo torneo, puesto que el estadounidense era incapaz de ganar, pero había empatado seis de los nueve partidos disputados y, además, había conseguido llevar el duelo hasta el hoyo 18 en los tres partidos que perdió. Si eso no es agarrarse al campo…

Este miércoles, para echar más leña al fuego, empataba también ante Denny McCarthy, así que su balance en el recorrido texano era ya de siete empates y tres derrotas, antes de sacarse la espina y derrotar por goleada a Stallings. “Le dije a mi caddie, mira, esto es lo que se siente al ganar un partido de estos”, comentaba con gracia el jugador de Vermont. Y seguía: “Es una cosa extraña. Es sólo que este campo no se ajusta bien a mi ojo, pero hoy he jugado muy bien y, caramba, que bien sienta ganar un partido”.

Pero hay (o había…) algo más, además del campo. El propio Bradley señalaba ayer: “este formato (match play) es extraño. A veces te hace sentir raro e incómodo”. Y sus números generales en el campeonato del mundo match play confirman que a este jugador le cuesta (o costaba…) sentirse a gusto, dar su mejor versión, en los duelos cara a cara. Porque Keegan Bradley disputó su primer WGC Match Play en el año 2012, mucho antes de que el Austin Country Club fuese la sede, y sólo había ganado un partido en siete ediciones, desde 2012 hasta hoy. Es más, Bradley ganó a Geoff Ogilvy por 4 y 3 en su estreno, un 22 de febrero de 2012, y hasta ayer, después de más de once años, no había vuelto a ganar ni un solo duelo. Ni uno solo.

Una vez que ha roto el maleficio, todavía puede aguarle la fiesta a Rory McIlroy. Si hoy le gana será él quien pase. El único precedente entre ambos en este formato data también de 2012, en concreto, de aquella Ryder milagrosa en Medinah. En los individuales, el norirlandés ganaba a Bradley por 2 y 1. Veremos qué ocurre hoy… Keegan, por cierto, sólo disputaría otra Ryder más, la de 2014 en Gleneagles, donde caía por 5 y 3 en los individuales ante Jamie Donaldson, en el partido que además le daba la victoria matemática a Europa. Que no, que al muchacho no se le daba bien el match play… Hasta hoy. Tiene 36 años, nunca es tarde. Más le convendría hoy a Rory no fiarse ni un pelo de este jugador.

Billy Horschel en la segunda jornada del WGC Dell Technologies Matchplay 2023. © Golffile | Eoin Clarke
Billy Horschel en la segunda jornada del WGC Dell Technologies Matchplay 2023. © Golffile | Eoin Clarke

Y si no te puedes fiar de este Keegan Bradley, mucho menos  puedes hacerlo de Billy Horschel, rival de hoy de Jon Rahm. El de Florida es un burbujeante jugador que se siente en su salsa en este formato. Y no es sólo porque ganara este torneo y en este campo en 2021, batiendo en la final a Scottie Scheffler por 2 y 1, dato por si solo más que relevante. No, el asunto va mucho más allá y los datos nos hablan de una trayectoria. Nunca ha dejado de ganar al menos un partido en cada edición que ha disputado.

Ojito con Horschel, porque incluso en las ediciones en las que aparentemente no brilló demasiado, dejaba su sello. En 2014, edición de su estreno, antes del formato por grupos, se llevaba por delante a Jamie Donaldson en el primer cruce (6 y 5) y caía en segunda ronda… Pero lo hacía ante Jason Day, que días más tarde sería el ganador del torneo, y lo hacía en el hoyo 22, vendiendo muy cara su piel. Y en 2015, primera edición con el formato de grupos, ganaba a Snedeker y Dufner y sólo caía ante Rory McIlroy, que luego sería el ganador del torneo, y además lo hacía en el hoyo 20…

Incluso, en 2016, primera edición en el Austin Country Club, caía en la fase de grupos, pero le estropeaba la semana a un soberbio Danny Willett, al que ganaba por un sólido 3 y 2, porque no olvidemos que el inglés ganaba el Masters sólo unos días después…

Qué decir de las ediciones de 2021 y 2022. En 2021, como se ha dicho y recordamos todos, ganaba en la Final a Scheffler. Pero es que el año siguiente caía ante Scheffler en octavos, llevando el partido hasta el 18 (uno arriba ganaba el texano). Billy Horschel, en formato match play, define en sí mismo el doméstico concepto de ‘hueso duro de roer’.