Habrá que esperar aún varias semanas para ver a Rory McIlroy de vuelta en los campos de golf. El jugador norirlandés ha hablado por primera vez desde su lesión en el pasado Open de Sudáfrica y ha fijado su regreso para el WGC México, que se disputará del 2 al 5 de marzo.
McIlroy se vio obligado a parar por culpa de una fractura por estrés en una costilla. Se le diagnosticó en Dubai un día después de terminar el Open de Sudáfrica y acto seguido comunicó su baja del Abu Dhabi HSBC Championship. Esta semana ha confirmado también que no jugará el Omega Dubai Desert Classic y del mismo modo se puede dar por hecha su ausencia en el Honda Classic y el Genesis Open de Riviera, fechas que estaban en su calendario previo a la lesión.
Así las cosas, la fractura por estrés obligará a McIlroy a perderse nada menos que cuatro torneos. Se trata de una dolencia muy molesta que, de momento, no permite hacer demasiado al Número 2 del ranking mundial. «No puedo ni correr un minuto porque cada vez que mi pie golpea el suelo me produce un dolor muy fuerte en las costillas. Ando unas cinco o seis millas por día y el lunes pateé por primera vez. Esto es lo primero que he hecho de golf desde la última ronda en Sudáfrica», aseguró en una entrevista en The Clubhouse Podcast.
Rory cree haber detectado cuál ha sido la causa de la lesión. «Creo que el origen se remonta a las Navidades. Se debe al trabajo de pretemporada. He pegado muchas bolas buscando los palos mejores y mi cuerpo ha dicho basta». En este sentido, el propio McIlroy señaló que «el WGC México es una buena semana para volver a jugar y probarme. Se juegan cuatro días sin corte, por lo que podré ver cómo se encuentra su cuerpo», explica.
Las lesiones siempre vienen en mal momento y esta vez no ha sido excepción. Rory ha visto cómo se ha alterado por completo su preparación para el Masters de Augusta, probablemente la cita del año más importante para el golfista norirlandés, ya que se trata del único grande que falta en su palmarés.
