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Entrevista con Claudia Hernández presidenta de la flamante Asociación Española de Campos de Golf

“No puede ser que los gimnasios negocien el convenio laboral de un campo de golf”

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El viaje comenzó casi de forma accidental. Surgió un problema laboral en un club de golf y al acudir al convenio saltaron las alarmas. Los campos, sin comerlo ni beberlo, estaban metidos en el mismo saco que, por ejemplo, los gimnasios. Un club y sus trabajadores se relacionan a día de hoy según una directriz negociada por los gimnasios y donde el golf no ha dicho una palabra.

En ese momento, los teléfonos empezaron a sonar, se montaron reuniones exprés, cruce de llamadas, había que buscar una solución. El negocio del golf debía tener su propia voz. Así nació la Asociación Española de Campos de Golf. Desde el principio, hubo unanimidad sobre quién debía ser la presidenta, aunque había que convencerla. Todos coincidían en que la persona ideal, por sus relaciones con todos los estamentos, era Claudia Hernández, consejera delegada de Sevilla Golf y exgerente del Real Club de Golf de Sevilla.

Claudia no aceptó a la primera. Llevaba tres años alejada de la primera línea de batalla del golf, buscando otros objetivos en su vida, dedicada a otras tareas empresariales y financieras. Sin embargo, tras mucho pensarlo y, sobre todo, animada por los suyos y consciente de que existe una necesidad y de que se pueden hacer muchas cosas, decidió dar el paso adelante. Después, todo llegó en cascada. Al poco de ser nombrada, aceptó el ofrecimiento de Gonzaga Escauriaza para ser vicepresidenta de la Federación Española. Desde luego, la Asociación ha empezado con fuerza.

Claudia Hernández atiende a Tengolf en la cafetería del Real Club Sevilla Golf, nueva denominación de su campo desde el pasado 1 de enero. El entorno no puede ser más apropiado para hablar de golf. El campo luce brillante. La última resiembre ha dejado un precioso contraste entre el verde de tees, calles y greenes con el amarillo del rough. Entramos en materia…


– De haber aparcado el golf hace tres años a estar metida en todo el meollo. El cambio es notable. ¿Qué tres grandes necesidades tienen que abordar con más urgencia los campos de golf?

El tema laboral, porque no hay realmente un mismo convenio y no puede ser que el nuestro lo negocien los gimnasios, con los que no tenemos nada que ver; el tema del agua; y el fitosanitario. Esos tres asuntos ya los estamos abordando, igual que la señalización de campos de golf, que no debe ser tan complicado y es absolutamente necesario, un cartelito como el de los hoteles. Y hay un tema muy importante que hay que abordarlo de otra manera y es los impuestos, porque no podemos llegar pidiendo que nos los bajen porque nos los van a subir… Eso hay que abordarlo con los organismos deportivos en general.


– ¿Puede concretar un poco más el tema del agua?

Para abordar este asunto también hay que hacer una labor de concienciación a todo el mundo sobre la importancia del golf, no sólo como deporte sino como generador de riqueza y de puestos de trabajo, y de que el agua no es un problema medioambiental en los campos de golf, todo lo contrario, porque gastamos menos agua que cualquier finca de regadío, eso es impepinable y lo demuestran todos los estudios. Eso de entrada. Luego están el consumo de aguas recicladas, el acceso del agua a los campos, los costes… unos temas dependen de las administraciones locales, otros de las autonómicas… por eso es muy importante que haya campos de todas las regiones en esta Asociación, para hacer un frente común. Necesitamos esta patronal porque Andalucía no es igual que Galicia. Son muchas cosas que se irán haciendo poco a poco y es fundamental que estemos todos los campos a una. Los campos de golf son una fuente enorme de turismo, generación de empleo y de riqueza.


– ¿Cuántos campos hay en España y cuántos están ya en la Asociación?

En España tenemos cerca de 400 campos y dentro de la asociación hay 70, aunque cada día están llamando para apuntarse nuevos o pedir información. El crecimiento está siendo muy rápido, estamos contentos porque esto empezó en noviembre. El objetivo es tener más de cien campos a final de este año».


– Desde luego, da la sensación de que han entrado con fuerza. Así al menos lo reconoce la Federación Española con su presencia en la Junta Directiva. Además, creo que ya han tenido algún contacto de máximo nivel…

La Asociación ha despertado interés. Ya tenemos reuniones con la CEOE, con el Ministro del Interior, los sindicatos… Por ejemplo, Zoido me dijo que se iba a enterar de quién dependía el tema de la señalización de los campos para poder abordarlo. Hay mucho que hacer y tenemos todos muchas ganas.


– Otro asunto importante. El turismo. ¿Preocupa en España, y especialmente en Andalucía el auge de zonas como el Algarve, muy de moda, en detrimento de la Costa del Sol, por ejemplo?

Llevo desde siempre luchando porque en Andalucía y España tenemos que tener cuidado porque podemos perder la gallina de los huevos de oro por la competencia de sitios como el Algarve, Marruecos, Italia… Vivimos como de las rentas. Hay campos de los años 70 que hay que mantener y cuidar. Hay que exigir calidad a los campos de golf, calidad en los servicios, calidad en las instalaciones, calidad en el mantenimiento. Siempre he defendido los grandes eventos porque verdaderamente no conozco una promoción mejor, porque estás enseñando tu tierra y recordando al mundo que en Andalucía y España se juega al golf, hace sol, que hay casi 400 campos de golf. Un gran evento es un recordatorio impresionante. Antes, en Andalucía, que es lo que mejor conozco, los consejeros estaban muy convencidos de la rentabilidad porque los números son los números. Tenían claro que el golf era una inyección económica importantísima para Andalucía. Los apoyos se vinieron abajo con la crisis y ahora empezamos a levantar cabeza. Sólo hay que leer los informes del turismo de golf en Andalucía, es fundamental. Es como si despreciaras las playas. Pues el golf tampoco. Y los grandes eventos son la mejor manera de venderte porque son millones y millones de hogares en todo el mundo que te están viendo. Ahora bien, cuando llegan los turistas se tienen que encontrar calidad.


– Igual existe una idea en la sociedad muy extendida de que los campos de golf no sólo son rentables sino que generan un dineral… ¿Alguna opinión?

(Muchas risas) Para nada… Los campos rentables que conozco son los de socios muy arraigados, que son 5.000 socios y tienen unos ingresos importantísimos. Y los campos que reciben mucho turismo. Tanto los primeros como los segundos son campos buenos, que se mantienen, que se invierte. Lo de las urbanizaciones alrededor eso es aparte. En el día a día y en la gestión del campo, la clave está en una buena cuota de mensualidades de socios o una buena entrada de greenfees de turistas. Porque están bien mantenidos, considerados, con prestigio. En Sevilla Golf, que somos un Club mixto porque tenemos clientes de Sevilla y público de fuera, pensamos qué hacer para distinguirnos y traernos a ese turista o al sevillano que no era de Pineda, y nuestra política de gestión fue ofrecer la máxima calidad y prestigio. Entonces, te traes torneos internacionales que dan una repercusión importante y te distingues. El turista que viene a jugar a Sevilla donde primero llama es donde jugó Sergio García.


– ¿España sigue teniendo déficit de instalaciones públicas de golf como por ejemplo La Cartuja en Sevilla?

Esas instalaciones son una cantera buenísima. Por ejemplo, La Cartuja está a tope. Hay socios de aquí o del Zaudín que vienen de allí. Y luego son los que se apuntan al canal de golf en televisión… Eso es la labor de las federaciones, hacer crecer tu deporte. Eso es cancha, es televisión en abierto, es escuelas de niños y esas cosas. Y lo hace bien. Pero campos públicos en un país como España debería haber más, donde tenemos algunos de los mejores jugadores del mundo y una de las federaciones punteras de Europa, 400 campos, grandes eventos, 365 días para jugar… Tendría que haber más clientela. Y hay que vender el golf y que sepa la gente que no es elitista.


– En estos 25 años que lleva usted en el golf, ¿cree que ha cambiado la mentalidad del español medio respecto a este deporte?

Se han ido haciendo aficionados nuevos y ahora hay de todo. Juega gente normal y corriente, el golf es para todo el mundo, no para unos pocos. El aficionado te hace ver que la percepción del golf ha ido evolucionando, igual que lo hizo el tenis en su día. Pero hay una parte política en la que está muy mal visto el golf y están equivocados. El tema de la élite, del agua, del medio ambiente es que no es verdad, todo lo contrario. Nuestro campo, por ejemplo, era un erial, todos los días había un fuego quemando neumáticos. Y ahora son 80 hectáreas verdes con miles de árboles que se han plantado, con aves, fauna y flora que antes no había, regando con agua residual. Nosotros recogemos ese agua, la depuramos otra vez, la pagamos bien pagada y la reutilizamos.


– ¿Qué puede hacer desde la vicepresidencia de la Española?

Cuando me llamó Gonzaga estábamos en una reunión de la junta directiva de la Asociación en el Centro Nacional de Golf. Entonces me ofreció el puesto de vicepresidenta y yo lo planteé en la asociación por si nos interesaba porque yo no quería hacer nada inconveniente. De entrada, hay muchos campos que son antifederativos. Y al principio me preocupaba aceptar el puesto, pero para nada. De lo que hay que darse cuenta es, primero, que la Federación ha sido consciente de que somos una parte importante y han demostrado su respeto y consideración solicitando que yo esté ahí; y, segundo, que aquí se trata de sumar y de crecer. Yo nunca voy a aceptar estar en ningún sitio donde vaya a tener que ir en contra de otro organismo del mismo sector. Sumar entre todos, para eso he aceptado estos cargos, para aportar lo que pueda y sumar. Tengo claro que en el mundillo del golf hay temas que son de exclusiva competencia de la asociación, hay temas que son de exclusiva competencia de las federaciones y hay temas en los que se puede ir de la mano.