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El campeón del PGA cree que “muy pocos” querrían que la Ryder se decidiera en su partido

El dardo de Koepka a los golfistas de LIV que no están en Roma: «Juega mejor»

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Brooks Koepka
Brooks Koepka, en una ronda de prácticas en el Marco Simone.

Que Brooks Koepka no se casa con nadie, metafóricamente hablando, es algo requetesabido. Va a lo suyo, pelea como gato panza arriba cuanto más hay en juego (para muestra el botón de sus cinco Majors), le encanta la presión y también la Ryder Cup. Estuvo a punto de clasificarse por el ranking de puntos para el equipo estadounidense y se quedó fuera en el último momento, pero Zach Johnson no dudó en llamarlo. Su triunfo en el PGA Championship y su segunda plaza en el Masters son avales más que suficientes para contar con él en la escuadra de las barras y estrellas.

Tampoco se muerde la lengua cuando le ponen el capote delante y entra al trapo sin problemas. En el Marco Simone, sede de la Ryder, no puso problema alguno en responder, y lanzar un dardo, sobre si algunos de sus compañeros en LIV Golf recibieron un mazazo al no estar entre las elecciones del capitán yanqui. «Yo no tomo las decisiones. No es así: todos tuvieron la oportunidad de llegar allí. Es decir, tuve la misma oportunidad que cualquier otro jugador de LIV y estoy aquí. Juega mejor. Ésa es siempre la respuesta», replicó. Zasca. Bryson DeChambeau y Talor Gooch, por ejemplo, fueron dos de los integrantes de la gira saudí que se vieron con pasaje para Roma. Koepka, desde luego, no opina lo mismo.

No se vayan todavía, aún hay más. Koepka no tiene dudas de qué colores defiende en esta magna cita y no tiene en mente LIV Golf: «Siento que estoy representando a Estados Unidos. Eso es lo que tengo en el frente de mi gorra esta semana, así que eso es lo que estoy representando. No es un grupo de individuos en ese vestuario. Todos somos un solo equipo y esa es nuestra forma de pensar. Eso es lo que creo, y estoy bastante seguro de que todos los demás piensan lo mismo», zanjó.

«Si la Ryder Cup se redujera a un partido en el campo para decidirla, sospecho que si les preguntas a los 24 jugadores aquí si quieren la bola, dirían que sí. ¿Cuántos de ellos crees que realmente lo dicen en serio?», le preguntaron a Koepka, que otra vez respondió sin remilgos: «Muy pocos. Es falsa confianza. Creo que, aparte de la Ryder Cup, la mayor presión que puedes sentir es en un Major. Sí, los chicos deberían creer en sí mismos, pero todos los demás tienen que pensar que no es así. Por eso pienso de esa manera. Tienes que pensar que eres el mejor jugador del campo de golf, el mejor jugador del equipo, el mejor jugador en ese momento, y si no lo haces, entonces algo anda mal contigo. Siempre tienes que creer que eres el mejor y querer ser el mejor y tener ese impulso, y eso es lo que te llevará al límite. Creo que muchos muchachos lo tienen, pero no sé cuántos querrían un putt de ocho pies con esto en juego», subrayó.

Define a la perfección el carácter de Brooks cuando habló sobre Brian Harman, sobre esa especie de resquemor que lo impulsó a ganar el Open cuando pocos daban un euro por él: «Me encantan los chicos con resentimiento, son jugadores muy valientes. Cuando yo empezaba emulaba a esos tipos de golfistas. Mientras crecía, pensé que eran Dustin y luego G-Mac, pensé que era ambos… Bueno, G-Mac era especialmente valiente. Y creo que Brian es bastante similar. Nunca se rinde. Siempre luchando hasta el final y dispuesto a demostrar que la gente está equivocada». Koepka en estado puro.

Wyndham Clark
Wyndham Clark entrena en el Marco Simone. © Pedro Salado / Golffile

El aprendizaje (o no) de Harman en Royal Liverpool. Brian Harman es el mayor del equipo estadounidense (36 años) y a la vez uno de los novatos que debuta en Roma. El menudo jugador de Georgia, vencedor del Abierto Británico en julio, no está convencido de que la experiencia en Royal Liverpool, con el público en contra, sirva de mucho en una Ryder Cup. Son asuntos diferentes. «No creo que haya manera de prepararse para esto», dijo Harman este miércoles; «espero que sean tan fervientes y espero que en ocasiones me sientan abrumado por ello, como lo estuve en el Open, donde a veces era abrumador. Lo mejor que puedes hacer es reconocerlo y seguir adelante y tratar de no dejar que te afecte… pero te afectará. Sería tonto no pensar eso; obviamente, los equipos locales en las Ryder han tenido un gran éxito, y mucho de eso tiene que ver con los fans. Pueden afectar los resultados de los partidos. Nuestro trabajo es simplemente tratar de permanecer lo más presentes posible y ejecutar más que los otros muchachos y ver qué pasa», apuntó.

Clark, un novato que torea como un veterano… Le quisieron buscar las cosquillas algunos periodistas europeos a Wyndham Clark y azuzar una polémica que en realidad era inexistente con Rory McIlroy. El vencedor del US Open, en un mano a mano con el norirlandés en Los Angeles Country Club en junio, manifestó en una entrevista a Golf Channel la semana pasada que le encantaría enfrentarse a la estrella europea en el Marco Simone: «Tengo el mayor respeto por Rory; es uno de nuestros grandes embajadores de nuestro juego. Obviamente es uno de los mejores de todos los tiempos y todavía está trabajando para poder serlo. Tengo un gran respeto por Rory y debido a ese respeto, también quiero vencerlo», dijo Clark. «Me gusta pensar que soy mejor que él y quiero demostrarlo. Sería un poco como David y Goliat. Espero tener esa oportunidad», aseguró.

El estadounidense, debutante en la Ryder, se desenvolvió como un veterano y huyó de todo tipo de controversias cuando le insistieron en el tema: «Creo que fue sacado de contexto. Si escuchas toda la entrevista, elogié a Rory y dije cuánto lo respeto y lo bueno que creo que es y que es uno de los mejores jugadores de los últimos 20 años», afirmó. «Y lo que dije fue que creo que soy mejor que él cuando juego bien. Si no creo que soy mejor que todos los jugadores aquí, ¿entonces qué estoy haciendo? Si intento ser el mejor jugador del mundo, que es lo que intento ser, tengo que creerlo. Ahora mismo, tal vez no lo sea. Ha tenido una carrera mucho mejor que la mía, eso es obvio. Pero también tengo que tener la confianza de que puedo vencer a cualquiera aquí», aclaró… hasta que de nuevo le preguntaron por lo mismo.

«Cuando el chico me hizo la pregunta, ¿qué se supone que debo decir?», prosiguió Clark. «Si digo que creo que él es mejor que yo y que me va a vencer, entonces me ridiculizarán porque la gente no cree que tenga confianza en mí mismo; y luego, si tengo confianza en mí mismo, como creo que es, la gente lo saca de contexto de cualquier manera, así que fue una pregunta difícil. No sé si Rory vio la entrevista completa o si sólo vio el pequeño fragmento del que todos están hablando o si no vio nada. No lo he visto ni charlado con él. Me encantaría hablar con él porque imagino que probablemente me daría algunos golpes aquí y allá», bromeó.

Rickie Fowler
Rickie Fowler. © Pedro Salado / Golffile

Fowler, su relación con el campeón mundial de pértiga y la lección el Imperio Romano… En plena semana de la Ryder Cup, con el golf a flor de piel en el Marco Simone y en medio mundo, se cuelan varias preguntas para Rickie Fowler sobre… atletismo. Su esposa, Allison Stokke, era saltadora de pértiga y el jovial golfista no tuvo problemas en revelar su amistad con Armand Duplantis, plusmarquista mundial de esta disciplina y que sigue pulverizando sus registros poco a poco. Rickie y Mondo, apodo de Duplantis, jugaron al golf, pero la historia tiene su miga.

«Fue hace unos años. Mi esposa saltaba con pértiga. Obviamente es un saltador impresionante y continúa batiendo su propio récord mundial. De hecho, teníamos un foso de salto con pértiga en nuestra casa de Florida, y él y su hermano, Andreas, vinieron a recogerlo. Ya no lo necesitábamos. Así que ese es ahora su hoyo de práctica en Louisiana. Fue divertido porque pudimos hacer un viaje de un par de días. Jugamos al golf y pasamos un tiempo con él y su hermano. Él es un atleta impresionante y me quedé impresionado por su juego de golf. Son una familia muy talentosa. Sé que su hermano juega béisbol», reveló Fowler, a quien no le dio por saltar con la pértiga, simplemente «me limité a cargar los postes y llevarlos del garaje hasta los boxes. O filmar o dar alguna idea de lo que vi. Pero me mantuve alejado de correr por la pista e intentar saltar con pértiga», bromeó.

Asimismo, ha admirado la majestuosidad de la capital de Italia. ¿Alguna lección que haya aprendido del Imperio Romano de cara a esta semana? «Una de las cosas que probablemente debemos aprender del Imperio Romano o de la historia de aquí es la paciencia, comprender lo que les costó construir cosas en aquel entonces. Es difícil entenderlo cuando miras cualquier cosa, pero caminar por el Panteón y ver lo pequeños que son los ladrillos que en última instancia forman esa estructura, no es como si esos ladrillos estuvieran siendo fabricados al final de la calle. Todo está hecho a mano. Lo más importante es ver el panorama general y tener la paciencia para comprender lo que se necesita para llegar de principio a fin». A ver si se sabe la lección Fowler estos días…