– ¿Echa de menos Rory McIlroy a algunos pesos pesados del equipo europeo, tales como Sergio García, Ian Poulter o Lee Westwood? Pues así, tal cual, se le ha formulado la pregunta al norirlandés en la sesión matinal de rueda de prensa del miércoles y Rory ha reconocido que “se hace ciertamente extraño no tenerlos por aquí”.
Aunque enseguida ha profundizado en la cuestión: “Pero creo que ellos van a echar más de menos el hecho de no estar aquí que nosotros vamos a echarlos de menos a ellos. Creo que justo al llegar esta semana es cuando se van a dar cuenta de que la decisión que tomaron les ha impedido estar aquí, y es duro. Siempre pensé que cuando llegara esta semana sería cuando de verdad se darían cuenta de que no pueden estar aquí. Pero el panorama del golf es muy cambiante y dinámico y veremos a ver qué pasa y si pueden formar parte de todo esto nuevamente”.
– ¿Por qué Jon Rahm jura en inglés cuando no pega el tiro deseado o no emboca un putt? Eso mismo se pregunta entre guasas Tyrrell Hatton, que muy probablemente vaya a ser pareja del español esta semana y que es especialista en farfullar palabras malsonantes en el campo. Hatton, muy equivocadamente, cree que a lo mejor la lengua inglesa es más contundente o rotunda para estos menesteres…
La realidad es otra. Al final, Rahm piensa en inglés muchas más horas al año que en español. Eso, por un lado. Pero es que además, según hemos podido confirmar con razonable rigor en Tengolf, al final los jugadores españoles juran en el idioma de su caddie, si es que dominan tal idioma, normalmente el inglés. Es curioso, pero es cierto.Lo hemos visto en numerosos casos y con jugadores muy diversos. Si alguna vez Jon llegara a tener un caddie español (Dios guarde durante muchos años a Adam Hayes, por cierto), lo comprobaremos. Eso sí, hay excepciones: sospechamos seriamente que Seve y Chema, llevaran a quien llevaran en la bolsa, siempre maldecían en perfecto castellano…
– Y ya que ha salido el nombre de Seve… Ayer los jugadores del equipo europeo se encontraron en la sala del equipo un polo de Seve en medio de todos los suyos… Cortesía de Luke Donald, que sabe bien quien debe estar en el centro de todo, nadie más inspirador que el cántabro. Y hasta jugadores como Robert MacIntyre, muy de otra generación, se emocionaron realmente. “Él lo cambió todo, ¿no? El cambió el rumbo. Los americanos eran dominantes y Seve se encargó de rectificar eso”, ha dicho esta mañana el joven escocés.
– Bueno, pues sí, parece que a la tercera irá la vencida y Matt Fitzpatrick podrá al fin debutar en un fourball en la Ryder Cup. Hasta la fecha, en las dos ediciones anteriores en las que estuvo (2016 y 2021) jugó en tres partidos de foursomes y lógicamente en sus dos individuales. Su récord, como es bien sabido, es tétrico hasta la fecha (cinco derrotas en cinco partidos disputados), pero algo nos dice a todos que el panorama cambiará radicalmente en Roma.
También podemos estar todos seguros de que le ha pedido desesperadamente al capitán que lo alinee en un fourball. “Estoy convencido de que es importante jugar un partido de fourballs para experimentar la presión de jugar una ronda completa, no sólo la mitad de los tiros”, ha dicho hoy. Cuando se le ha preguntado directamente si creía que esta vez, al fin, jugaría en un fourball, simplemente señalaba, casi entre risas: “No lo sé, tienes que preguntarle a Luke…”
– Una curiosa reflexión de Justin Rose, que sirve también como consejo para los novatos en un evento de la talla de una Ryder. No es la primera vez que escuchamos el mensaje, pero sí desde luego el modo de expresarlo, muy gráfico. La pregunta al inglés versaba sobre si tiene algún método que le sirva para afrontar la tensión en semanas como la que nos ocupa, y decía: “Ralentizar las cosas. Siempre he hecho una analogía con las luces y la música. Cuando las luces son brillantes y la música está muy alta tendemos inconscientemente a hacerlo todo más rápido. Hay que ser conscientes de esa reacción psicológica natural y simplemente coger aire, caminar un poco más despacio e intentar bajar tu ritmo”. Tomamos nota.