Inicio Ryder Cup Ryder Cup 2023 ¿Usted cree que Jon Rahm pagaría por jugar la Ryder Cup?
El de Barrika ha hablado con Ian Poulter y Sergio García para pedirles consejo

¿Usted cree que Jon Rahm pagaría por jugar la Ryder Cup?

Compartir
Jon Rahm sonríe junto a Justin Rose durante la foto oficial del equipo de Europa de la Ryder Cup
Jon Rahm sonríe junto a Justin Rose durante la foto oficial del equipo de Europa de la Ryder Cup. (© Golffile | Pedro Salado)

Jon Rahm quiere ganar la Ryder Cup. Como sea. Por lo civil o por lo criminal. Aportando un buen número de puntos o dejando su casillero a cero. Eso es lo de menos. Lo único que cuenta es ganar y poder decir alto y claro que treinta años después Estados Unidos sigue sin llevarse una victoria de Europa.

Hasta en tres ocasiones distintas ha utilizado la palabra ganar durante su comparecencia ante los medios este martes en el Marco Simone. Es su obsesión. Se le ve tranquilo, feliz y mentalizado de cuál es la única misión esta semana. Por eso, cuando le cuestionan sobre cobrar por jugar la Ryder Cup, le entra la risa floja. Hay unas cantidades que reparten entre los jugadores y que van destinadas a sus fundaciones. «Ni lo sabía. A mí no me tienen que pagar por venir aquí y actuar delante de la gente. Pagaría por jugar la Ryder Cup siempre y cuando fuera una cantidad que estuviera al alcance de todos los jugadores», explica.

No hay duda de cómo funciona la cabeza de Rahm en la Ryder Cup. Porque sí, todo lo que rodea a la Ryder es especial, las emociones, el espíritu de equipo, las amistades, los vínculos que se generan, pero… «lo mejor de la Ryder Cup es ganar», afirma el de Barrika con toda la contundencia del mundo.

Como buen amante de la Ryder Cup, la razón primera por la que empezó a jugar al golf, Rahm es un estudioso de la competición y su historia. Sus tres grandes momentos, a bote pronto, son: «tendría que decir el 87, porque fue la primera vez que Europa ganó en suelo americano. No me baso siempre en la magnitud. Pero, también, la Ryder Cup de 2006 fue muy especial, y la influencia de Darren Clarke lo hizo aún más. Y si tuviera que elegir otra, sería cuando Sergio ganó su partido de individuales del domingo contra Rickie en París y se convirtió en el líder de la lista de puntos de Europa de todos los tiempos. Es lo primero que se me ocurre. Probablemente se me ocurrirían muchos más ejemplos igual de importantes. Pero de los que se me ocurren ahora mismo, serían esos tres», explica.

Precisamente, Rahm ha comentado que ha llamado a Ian Poulter y Sergio García para pedirles consejo. Fundamentalmente, quería saber cómo se comporta un jugador que teóricamente debe ser uno de los líderes del vestuario. Con Poulter habló hace más tiempo y con Sergio ayer. «Hablé con él y le pedí consejo. Me enseñó mucho de lo que tenía que hacer en Whistling y, obviamente, también en París. No es fácil asumir el papel que esos dos tenían tanto dentro como fuera del campo de golf, pero oírles hablar de lo que pensaban y lo que sentían es obviamente una información valiosísima», señala.

En este sentido, los puntos que pueda aportar al equipo es lo de menos, siempre y cuando se gane el torneo. «Mi papel es salir ahí fuera y tratar de ganar tanto como pueda. Por lo general, los líderes de un equipo tienen que salir y mostrar un poco más… exactamente eso, liderazgo, y conseguir esos puntos. Confío en poder hacer un 5-0 o un 4-0 o un 3-0, juegue las veces que juegue. Mi intención es salir a ganar todos los partidos. Pero puedo acabar 0-5 y si el equipo gana estaré muy contento. Mientras ganemos, no me importa. Mientras lleguemos a 14½, lo que yo haga realmente no importa».

El lunes por la noche el equipo de Europa vio un vídeo motivacional en el vestuario que tocó la fibra de los jugadores. Rahm no ha querido dar muchas pistas, pero sí ha confirmado que fue muy emocionante. «Hay muy pocos jugadores que no derramaran algunas lágrimas ayer por la tarde. Puedo afirmarlo. Estuvo relacionado con la familia y la razón por la que todos estamos aquí. No quiero decir mucho más que eso. Pero cualquiera que lo viera tendrían las mismas emociones que sentimos nosotros».

Por último, en cuanto al consejo que le daría a lo novatos, Rahm fue muy claro. Eligió uno que no se aplicó precisamente a él en su debut en París en 2018. «Haz tantas preguntas como puedas a cualquiera. No existen las preguntas estúpidas. La curiosidad te llevará a alguna parte. En mi primera Ryder Cup no hice ni una sola pregunta. Estuve todo lo callado que se puede estar. Soy muy tímido e introvertido por naturaleza, así que todo… toda la semana me pareció un poco desalentadora al principio. Entras en un vestuario en el que la gente lleva compartiendo 15 o 20 años, así que es muy difícil… al menos para mí fue muy difícil encajar de inmediato. Mucho más fácil la segunda vez», recalca.