Inicio Ryder Cup Ryder Cup 2023 Jon, eres un auténtico animal
Una memorable jornada de fourballs deja a Europa con una clara ventaja de 6,5 a 1,5

Jon, eres un auténtico animal

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Jon Rahm celebra el chip de eagle en el hoyo 16.
Jon Rahm celebra el chip de eagle en el hoyo 16 junto a su caddie Adam Hayes y con Luke Donald de fondo. (© Golffile | Stefano Di Maria)

Pelos como escarpias. Qué jornada de fourballs hemos vivido este viernes en el Marco Simone de Roma. La Ryder Cup en estado puro y absoluto. La emoción, inyectada en vena. Tres partidos llegaron al hoyo 18 y en los tres se cambió el signo que traía el duelo. Viktor Hovland rascó medio punto con un putt estratosférico de casi ocho metros, Jon Rahm se inventó una animalada para decirle al Número Uno que esta vez tocaba repartir como buenos hermanos y Justin Rose se sacó de la manga un truco de magia imposible para recordarle al mundo por qué él es uno de los grandes señores de esta competición. Europa ha ganado una sesión que tuvo perdida (2,5 a 1,5) y certifica una primera jornada para enmarcar (6,5 a 1,5).

No sólo va por delante en el marcador con holgura, sino que ha conseguido algo que también es vital en esta competición: irse a dormir con el factor emocional de su lado, en todo lo alto. Es un mazazo a la cabeza y al corazón de Estados Unidos. Mucho trabajo psicológico le queda a Zach Johnson por delante para levantar el ánimo de un equipo que hoy ha sufrido una sacudida de mil pares, arrasado técnica, táctica y deportivamente por la mañana, y asolado moralmente por la tarde. ¿Está la Ryder Cup decidida? Ni mucho menos. Quien piense eso sabe bien poco de esta competición, pero no crean que Europa le podría haber pedido mucho más al primer día.

Rahm ha vuelto a erigirse en protagonista en los fourballs. Lo ha hecho en el tramo final del partido, cuando aparecen los gigantes, cuando la línea entre la victoria y la derrota no puede ser más fina, casi invisible. El de Barrika, que hasta el hoyo 16 había aparecido poco, bien cubierto por un Nicolai Hojgaard excelso en su debut, con nada menos que siete birdies, que nadie se lleve a engaño por sus últimos cuatro hoyos, sacó la bestia competitiva que lleva dentro. Dos animaladas marca de la casa. Con el sello morrosko.

Rahm logró un eagle extraterrestre en el 16, embocando un chip desde el rough, y otro más en el 18 con un putt de killer. Dos eagles en los tres últimos hoyos. Y es que no había otra manera de ganar a Scheffler y Koepka que con eagle, ya que en ambas situaciones se habían dejado el birdie hecho. ¿Hay algo más grande? Lo de hoy es una página más en la historia de la Ryder. Una página brillante que se recordará siempre. Sí, tanto el chip como el putt se pasaban lo suyo de no encontrar el hoyo, cierto es que ha habido un factor suerte, pero es de esas suertes que se buscan y que se rinden a los pies de los grandes campeones.

Del mismo modo, va camino de convertirse en un clásico los duelos entre Rahm y Scheffler. Es casi de ciencia ficción. De los siete últimos partidos de Jon, cuatro han sido contra Scheffler, dos en Whistling Straits, uno por parejas (Jon con Hatton y Scheffler con DeChambeau) que terminó en empate y el individual que ganó Scottie. Hoy han disputado los otros dos, con una victoria de Jon esta mañana y un empate. Hay más. El triunfo de Scheffler en Wisconsin fue por 4 y 3 y el de hoy de Rahm ha sido por 4 y 3. El duelo sigue construyendo su propia leyenda. Ladrillo a ladrillo. Birdie a birdie. Eagle a eagle. Fabuloso. Empatados a todo, a puntos y a resultados. Qué batalla más bonita y terrorífica, fuera del alcance de los mortales.

Rahm ponía boca abajo el Marco Simone igual que minutos antes había hecho Viktor Hovland. Qué putt de nueve metros metió el noruego para amarrar otro medio punto que estaba más perdido que ganado. Viktor y Hatton se han repartido bien las fuerzas. Ninguno ha estado especialmente brillante, pero han aparecido cuando era necesario para, al menos, salvar medio punto. Enfrente, Justin Thomas se echaba la pareja a la espalda y justificaba su elección, aunque fallara un putt corto en el 17 que podría haber cambiado el partido. Ha salvado la papeleta a un errático Spieth.

Y apenas diez minutos después de las animaladas de Jon, Roma se volvía loca de nuevo. Esta vez con Justin Rose. Honores para el inglés. Ha sacado medio punto jugando prácticamente solo. Qué mal lo ha pasado Robert MacIntyre. Ha ganado el hoyo 1 de una manera excepcional y a partir de ahí se ha ido diluyendo, se ha ido haciendo pequeño hasta casi desaparecer de la ecuación. Rose ha tenido mucho mérito porque delante ha tenido a un Wyndham Clark que se ha vestido de campeón del US Open. Siete birdies ha hecho el muchacho, aunque fallara finalmente en el 18 para ayudar a Rose a sumar ese medio punto. No se le puede achacar mucho. Ha sido el mejor rookie de USA.

Toda la emoción que hemos tenido en esos tres partidos le ha faltado al cuarto duelo del día. Básicamente porque Matthew Fitzpatrick ha desactivado el partido con un inicio de película. Cuatro birdies y un eagle en los primeros seis hoyos. Seis greenes a un putt en los primeros seis hoyos. Si no ha sido la mejor actuación de la historia en seis hoyos en una Ryder Cup, poco le ha faltado. McIlroy asistía divertido, como si hubiera pagado una entrada de primera fila. Eso sí, Rory ha dicho aquí estoy cuando ha tocado cerrar el partido, como por la mañana. No está galáctico, pero aparece cuando toca. Hoy lo ha hecho con un tirazo en el 15.

El 6,5 a 1,5 iguala la mejor primera jornada de Europa en la historia de la Ryder Cup. Sucedió en 2004 en Oakland Hills. El capitán era Bernhard Langer y el viejo continente terminó ganando por 18,5 a 9,5. Ojalá sea un presagio.

Resultados en directo de la Ryder Cup 2023