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Tiger Woods, Sergio García, DeChambeau, rol de favorito, estrategias...

Donald y Johnson descubren sus primeras cartas: pies de plomo y cero polémicas

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Zach Johnson
Zach Johnson

Luke Donald y Zach Johnson han comparecido este lunes ante los medios por primera vez en la semana de la Ryder Cup. Lo han hecho, cómo no, en el Marco Simone de Roma, el escenario de la gran batalla que comienza el próximo viernes y que detendrá el tiempo en el mundo del deporte. No han descubierto América ni adelantado ninguna primicia, pero sí han puesto las cartas boca arriba sobre su perfil. Dos capitanes a la antigua, muy correctos, educados hasta el extremo con el rival y con cero ganas de sacar pecho antes de que empiece a rodar la pelota. Más bien al contrario, perfil bajo, prudencia y pies de plomo. La maglia rossa, el domingo, por ahora, que se la quede el otro.

Lo primero que han hecho es recordar los méritos del vecino de enfrente. «Sé que los próximos días van a ser difíciles. Estados Unidos es muy fuerte. Lo sabemos. Venimos de nuestra peor derrota en una Ryder Cup. Los jugadores estadounidenses son fuertes, están muy arriba en la clasificación mundial, tienen grandes parejas y han tenido mucho éxito», ha asegurado Luke Donald. Mientras, Zach Johnson no le va a la zaga. «Llevamos 30 años sin ganar en Europa, esa es una realidad. Es difícil ganar cuando estás lejos de tu zona de confort. Es difícil ganar contra un equipo que siempre ha sido muy formidable. Es así de sencillo. Los equipos europeos han sido muy fuertes, muy buenos, muy profundos, y este año no es diferente. Es simplemente difícil. Sé lo que dice la historia. Soy muy consciente de ello», ha recalcado.

Por supuesto, eso no significa que no crean en las posibilidades de su equipo, más bien al contrario. Confían en la victoria, pero lo plantean como un reto, como un desafío para sus jugadores. Es una oportunidad para Europa de resarcirse de la paliza de Whistling Straits y para Estados Unidos es el reto de hacer algo que no se ha conseguido en 30 años. Sí, somos muy buenos, pero hay que demostrarlo en el campo y nos enfrentamos a un rival temible. Las cartas, sobre la mesa.

De la estrategia, poco o nada se ha descubierto. Luke Donald no descarta que algunos (en plural) de sus jugadores disputen los cinco puntos y también ha dejado claro que nadie llegará a los individuales sin haber disputado al menos un punto, lo que hace intuir al menos que no hay que descartar que alguno sí que llegue al domingo con un solo partido a sus espaldas, como ocurrió con Caroline Hedwall o Gemma Dryburgh en la Solheim Cup.

Zach Johnson no ha hablado concretamente de este aspecto, pero sí ha dejado claro que su capitanía será muy similar a la de Steve Stricker, que básicamente fue dejar a los jugadores a su aire. «No, no les voy a poner mil vídeos motivadores, ni esperen unos discursos encendidos, ni unas cenas muy importantes cada día… Lo único que busco esta semana es que estén lo más cómodos posible, que tengan todo lo que necesitan para rendir al máximo nivel: alimentación, fisios, salas de recuperaciones, material, dispositivos… Lo demás me importa poco. Golf».

También ha contado que Tiger Woods no tendrá un papel principal en esta Ryder Cup, ni siquiera secundario. Ha confirmado que no estará en Roma y que sin estar allí no le parece apropiado que su influencia sea grande. Estará, porque siempre está, pero en un segundo plano. «Tiger entiende que nosotros somos los que estamos aquí y que somos los que debemos lidiar con la semana. No hay ninguna duda de que lo tendremos presente, pero de otra manera, con su aliento. Está allí en casa para alentar porque está muy involucrado en lo que hacemos año tras año con el Team USA, y eso nunca ha cesado y estoy agradecido por eso. Pero, cuando llega la semana del torneo, si no estás dentro de la sala del equipo, entre las cuerdas, codo con codo con estos chicos, no es justo hacerle preguntas, no sería apropiado», ha explicado.

Otro de los que no estará en Roma y de quien también se ha hablado es Sergio García. Luke Donald ha argumentado con claridad su ausencia. «Obviamente conocemos la situación con Sergio. Él renunció a ser miembro del DP World Tour hace cinco meses y una vez que eso sucedió era inelegible para que yo siquiera lo considerara. Sé que hubo algunas historias sobre él tratando de pagar algunas multas y esas cosas. Obviamente sabemos cuáles son las reglas del DP World Tour. Una vez que renuncias, no puedes volver a solicitar la afiliación hasta el año siguiente».

De entre los que están en el Marco Simone, sí habló de Ludvig Aberg y cuándo fue la primera vez que escuchó hablar de él. El chivato fue Edoardo Molinari. «Jugó con él en Dubai a principios de año y me dijo: «Tenemos que vigilar a este tipo». Cuando juegas con ciertos jugadores, te das cuenta. Tienen un talento que salta a la vista cuando lo ves golpear bolas y te quedas alucinado, el golpeo es diferente, el sonido, la trayectoria. Es impresionante cómo pega a una pelota de golf. Ha supuesto un soplo de aire fresco a la altura de Viktor Hovland o Luke Donald. Jugué con él en Detroit y llevaba nueve bajo par en 16 hoyos, algo impresionante cuando sabía que le estaba observando. Es muy tranquilo. Está empezando a escribir su historia. Creo que es un talento generacional. Es un jugador muy, muy fuerte y estoy deseando verle disfrutar de esta experiencia de la Ryder Cup».

En cuanto a otro de los ausentes, Bryson DeChambeau, Zach Johnson fue muy claro: no lo contempló porque no estaba sumando puntos para la lista de Estados Unidos. Es decir, porque jugaba en LIV Golf y no lo ha hecho lo suficientemente bien en los Grandes para llamar su atención. «Tenemos un sistema de puntos dentro de la PGA de América, dentro de la Ryder Cup USA. Es bastante evidente cómo se acumulan puntos y qué torneos pueden acumular puntos. Básicamente, para las elecciones me fijé en el top 30 de esa lista, los 25, los 20, no más. Ahí es donde yo estaba», ha comentado.