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Análisis a bote pronto y con la adrenalina aún por las nubes

Dos soldados para llevar a la primera línea del frente

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Caroline Hedwall y su caddie celebran la victoria ante Ally Ewing.
Caroline Hedwall y su caddie celebran la victoria ante Ally Ewing. (© Golffile | Pedro Salado)

Caroline Hedwall es pura Solheim Cup. Lo más parecido que existe a Ian Poulter. Todos de mayor queremos celebrar las cosas como lo hace Hedwall. Es la bomba. Pondrías tu vida en sus manos. Lo mismo da dónde sea la guerra, ella siempre estará en la primera línea del frente. Sí, ha jugado sólo dos puntos en la semana, y qué… No hay lamento, no hay rencor. Es una soldado. Su remontada ante Ally Ewing forma parte ya de la historia de la Solheim. Su elección se ha demostrado un enorme acierto de Pettersen.

– Si Hedwall vale para ir a una guerra, qué decir de Leona Maguire. Si usted tiene que atravesar algún día un campo de minas, agárrese de un brazo a Maguire y del otro a Hedwall. Nunca le pasará nada. Es imposible. Son las guardianas del tesoro. La irlandesa ha conseguido diluir el efecto Rose Zhang que buscaba Stacy Lewis al colocarle en el segundo partido de los individuales. Lo ha hecho con su habitual fiereza, con su contundencia. Da igual los puntos que gane, lleva 7,5 de diez posibles. Maguire cuando gana parece que lo hace dos veces. Bendito robot de destrucción masiva.

– Fiesta, emoción, champán, lágrimas y pelos de punta. Es la alegría sincera de todo un equipo, aunque había una cara que no iba en la misma sintonía que el resto. Hablamos de Charly Hull. No irradiaba felicidad. Ha sido una semana complicada para el vestuario de Europa y la inglesa ha estado en el ojo del huracán desde aquel viernes en el que decidió no seguir la estrategia que había marcado el equipo. Es la viva imagen de una victoria amarga. Una pena. Tampoco se vio en el primer plano de la fiesta a Celine Boutier, la otra rebelde de la semana, pero eso va más con su carácter. Cada vez que salió en televisión su sonrisa sí era sincera.

Maja Stark es la otra gran protagonista de esta Solheim Cup. Tiene corazón, garra, una valentía incalculable y, sobre todo, se lo pasa bien. Te mata riéndose. Disfruta con lo que hace. Y eso mola. Eso contagia. Tiene adn Solheim. Se podría decir que es una más que digna sucesora del coraje de Hedwall. Enorme su triunfo ante Corpuz. «Ha sido la semana más divertida de mi vida», ha dicho. No hay postureo. Ninguno.

– El triunfo de Europa tiene aún más valor si tenemos en cuenta que no ha sido una semana fácil, ni mucho menos, desde el punto de vista de la convivencia. Los incendios de Hull y Boutier han dejado el vestuario algo tocado. Lo deben hablar y arreglarlo para el futuro. Se puede salir vivo de un polvorín en llamas una vez, pero dos veces ya resulta imposible. Es decisivo que las jugadoras vean la Solheim como una competición de equipo, donde el equipo está muy por encima de cualquier gusto o capricho individual.

– Lo mejor de esta Europa es que tiene a varias jugadoras que han llegado para quedarse. El núcleo duro es grande y no va a cambiar mucho el año que viene. Recordemos que hay Solheim Cup de nuevo en 2024 con Pettersen como capitana. Ahí deben estar si no pasa nada extraño Carlota Ciganda, Linn Grant, Leona Maguire, Maja Stark, Anna Nordqvist, Georgia Hall o Emily Pedersen. Veremos qué pasa con Charley Hull o Celine Boutier, aunque deberían clasificarse. Son ocho fijas y las otras cuatro deberán pelear por el puesto. Hay hueco, pero no mucho.

– Espectacular ambiente en Finca Cortesín. El campo ha sido uno de los grandes triunfadores de la Solheim Cup. No se puede calificar como sorpresa por el cariño y la calidad con la que se hacen las cosas en este recorrido de Casares. Las imágenes en televisión han sido extraordinarias. No hay mejor manera de vender el destino: un campo impecable, el mar, la montaña… Sensacional. Lo que se ha visto este domingo en el tee del 1 ha sido grandioso, con más de cinco mil personas abarrotando el hoyo de tee a green.

– Es una Solheim para la historia. La primera que se celebra en España, la más emocionante de todos los tiempos, la primera que acaba en empate y la primera vez también que Europa se queda con la copa en tres ediciones consecutivas. No se puede pedir mucho más si además resulta que la gran heroína ha sido una española como Carlota Ciganda. España y Andalucía han vuelto a brilla con la organización de un gran evento, como ya ocurrió en la Ryder Cup de 1997 en Valderrama.

Stacy Lewis es el otro gran descubrimiento de la semana. En la victoria y en la derrota ha demostrado grandeza, respeto y un enorme espíritu deportivo. Su relación con las jugadoras ha sido muy cercana y cariñosa. Ha perdido la Solheim empatándola y con el equipo más inexperto de la historia de Estados Unidos. Será capitana de nuevo en 2024. Europa lo va a tener que hacer muy bien para ganar la cuarta consecutiva.