La Armada lleva armando el taco en el golf femenino amateur desde hace un tiempo. No son sólo las chicas que están o acaban de llegar a la NCAA como Julia López Ramírez, Lucía López Ortega, Carolina López Chacarra, Carla Tejedo, Cayetana Fernández García-Poggio, Paula de Francisco… Por detrás viene pisando fuerte otra añada de lujo, para deleitarse con su juego.
Rocío Tejedo, 23ª clasificada del ranking mundial de aficionadas, y Andrea Revuelta, 33ª de este listado, han vivido la mejor semana de sus vidas, a caballo entre la pasada, cuando consiguieron en La Zagaleta (Benahavís, Málaga) la victoria en la PING Solheim Cup con Europa, y junto a las también españolas Cloe Amión y Anna Cañadó, ante Estados Unidos, y ésta, en la que han destrozado en la Junior Ryder Cup en Roma en una competición mixta al equipo americano por 20,5-9,5. La paliza ha sido considerable, aunque no histórica (22-2 perdió el Viejo Continente en 2008), pero sobre todo ha hecho trizas la racha de seis triunfos consecutivos de los yanquis. Europa no ganaba desde 2006 en Celtic Manor (Gales)… hasta este jueves en la misma sede de la Ryder Cup, el Marco Simone, donde se celebraron los 12 individuales tras competir los dos primeros días en el Golf Nazionale.
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«Han sido tres días espectaculares y rematarlo en el Marco Simone con las gradas llenas y con tanto público ha sido espectacular», narra emocionada la madrileña Revuelta. «Era un torneo muy largo y podían pasar muchas cosas», prosigue la castellonense Tejedo, «pero creo que la clave fue ayer, cuando rematamos ganando los seis fourballs, así que estoy muy contenta por haber aportado mi granito de arena al triunfo2.
A los individuales de este jueves llegó Europa con un gran colchón de 12-6, pero Stephen Gallacher, capitán de los anfitriones, no quería ninguna sorpresa y sus chicas y chicos salieron a por todas. Rocío abrió fuego y sacó un empate con la estrella estadounidense, Anna Davis, en el primer choque; Andrea barrió a Ryleigh Knaub por 8 y 6. Europa se llevó siete de los duelos individuales, hizo tablas en tres y perdió sólo dos para el abultado total de 20,5-9,5.
Diecisiete años sin vencer a los yanquis era para tomarse la revancha del modo en el que lo ha hecho el equipo europeo. «Así es», remacha Revuelta; «de hecho, el primer día Stephen nos cogió y nos dijo que los americanos se creen que llegan aquí y ganan con la gorra porque llevan seis triunfos consecutivos, así que les vamos a demostrar que no, que Europa es igual de buena y hay nivel de sobra, y creo que hemos hecho más que eso porque les hemos dado una buena paliza, así que fenomenal». Tejedo se muestra exultante también de «estar aquí con Andrea porque encima hemos jugado muy bien juntas, no podemos decir que hemos revalidado el título pero nos lo llevamos a casa».
Y qué decir del doblete, PING Solheim y Junior Ryder, es para tirar cohetes. Vaya días, vaya semanita pero de bien. «Estamos en racha. Cuando volvamos al cole nos vamos a llevar un shock muy grande. Pero ahora estamos en una nube por ganar la PING Solheim Cup en casa, en España, con nuestras amigas Cloe y Anna, y haber estado aquí las dos juntas y vencer en Roma, esto es un sueño hecho realidad después de un año tan largo, de colegio, estudios, entrenamientos, torneos…», asegura Andrea. Rocío prevé que «todo se va a pasar muy rápido. Hace nada estaba pensando cómo sería el tee del 1, si estaría nerviosa, y ahora ya lo he vivido y no lo voy a volver a vivir, así que disfrutando cada momento aquí2.
Andrea cuenta una anécdota de hoy mismo mientras estaba jugando y alguien se descentró algo al cruzarse con alguien muy especial: «Cuando estaba bajando del 9 al 10 me he cruzado con Rahm, que subía al al tee del 1, y le he dicho: ‘Vamos, Jon‘. Me ha chocado la mano y ha sido muy guay. Yo estaba en plena competición, pero por supuesto mi juego ha pasado a un segundo plano y ése ha sido el momento clave del día, jajajaja». La madrileña ha flipado con la magnitud de un torneo como la Ryder, pero vivir la fuerza del golf femenino en la Solheim con todas las mujeres juntas es maravilloso, aunque esto es de otro mundo”. Rocío recuerda que «se me puso la carne al ver jugar a las profesionales en Finca Cortesín y aquí nos pasará lo mismo viéndolos a ellos. Impresionan ambos torneos».
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Ambas se han estrenado jugando fourballs con chicos en competición y les ha gustado la experiencia: «Es muy interesante», dice Tejedo. «No había jugado nunca en un torneo así y si todo va bien, es muchísimo más sencillo que con una chica. Mi compañero ayer empezó como una moto y sólo había que rematarlo». Andrea está de acuerdo, aunque al final dan un pequeño pescozón a los chicos y dan bola a las chicas: «Yo muy bien también. Al final son juegos muy distintos el golf masculino y el femenino, no tienen nada que ver. Mi compañero había algún hoyo que se iba, pero bueno, lo hice muy bien y eso es lo que cuenta», apunta. «Sí, las chicas siempre estamos ahí para hacer lo que toca y ellos para destrozar el campo», bromea Tejedo. 2Nosotras no fallamos», remata Andrea.
Después de una semana de pasión auténtica y de dos victorias contundentes a Estados Unidos, les toca disfrutar en el Marco Simone de la Ryder Cup, igual que hicieron en la Solheim cuando Rocío y Andrea, con Cloe y Anna (las cuatro campeonas de Europa sub 18 por equipos este verano), animaban como posesas al equipo europeo en el tee del 1. Ahora toca gritar: «¡Vamos, Boys!».
