Quizá sea sólo un dato más que se ahogue en la marabunta de hechos y registros, pero al menos quedará para siempre escrito que fue Tommy Fleetwood el jugador que hoy, 1 de octubre de 2023, aseguraba el medio punto que Europa necesitaba y andaba buscando como loca para ganar la Ryder. Luego, es cierto, el marcador se iba hasta un cómodo 16,5-11,5, pero nada ni nadie, hasta el momento en el que el inglés aseguraba el triunfo en el green del hoyo 16 del Marco Simone romano, podía garantizar al ciento por ciento que la tarde dominical terminara en celebración y no más bien en un terrible drama local.
Ahora sí, Tommy se ha convertido en un pilar imprescindible en este proceso de renovación que lleva un tiempo afrontando el equipo europeo, especialmente en esta edición de la Ryder, ante la ausencia de auténticas vacas sagradas de la competición como Sergio García, Ian Poulter, Lee Westwood o Henrik Stenson. Después, los estados de forma son cambiantes y puñeteros, pero ahora mismo no se entendería una escuadra de la Vieja Europa en las próximas ediciones de la Ryder sin la presencia de Fleetwood. Por varias razones.
No es sólo que se haya significado como héroe en esta Ryder (su disparo desde el tee en el 16 merece tal etiqueta), o que sobresaliera ya en el año de su debut (2018), formando aquella inolvidable pareja junto a Francesco Molinari, que ganó los cuatro puntos que disputó en el Golf National francés. Tampoco son sólo sus números (que ahora repasaremos), que comienzan a descollar muy por encima de la media en las tres ediciones que ha disputado. No es sólo todo eso, que ya es mucho: la figura de Tommy Fleetwood cobra mayor relevancia todavía por su versatilidad, pues se trata de un jugador capaz de adaptarse a cualquier compañero con la mejor actitud y las mejores prestaciones, un verdadero tesoro para cualquier capitán y, además, un valor seguro para cualquier modalidad en el juego por parejas, foursome o fourball. Fleetwood es, por último, pero no por ello lo menos importante, auténtico pegamento en el vestuario. Si Fleetwood no hace equipo, entonces es que nadie lo hace.
Vayamos con sus números, que ya han cobrado una dimensión más que importante. Fleetwood ha jugado ya doce partidos de la Ryder Cup en tres ediciones (2018, 2021, 2023), con un balance de siete victorias, tres derrotas y dos empates y un total de ocho puntos ganados para el equipo europeo, un 66,66 por ciento del total que podía haber sumado, porcentaje de enorme altura en esta competición. Además, Fleetwood ha ganado los cuatro partidos que hasta la fecha ha jugado en modalidad foursome, dos junto a Molinari en 2018 y otros dos esta semana junto a McIlroy.
Terminemos ahora de escribir un cuento con final feliz. Toda la Italia golfística llevaba cuatro años soñando con ver esta semana, en Roma, al inglés junto a Francesco Molinari, hasta la fecha y sin discusión el mejor jugador italiano de todos los tiempos y, una vez que no pudo ser, Fleetwood ya había señalado en los días previos al inicio de la competición, que esperaba poder brindarle la victoria… Al final no sólo ha sido la victoria, sino ese medio punto necesario que andaba haciéndose el remolón, para regocijo de toda la afición azurra. Tommy no es de los que hace mucho ruido, pero el carisma de la Ryder lo envuelve de pies a cabeza.
