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El surcoreano vuelve a ganar gracias al cambio de putter, de caddie y de actitud

La escoba, lo que no es la escoba y el nuevo reto de Si Woo Kim

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Si Woo Kim - Manny Villegas
Si Woo Kim y su caddie, Manny Villegas. © PGA Tour

Nunca está de más escuchar los sabios consejos de los veteranos. Más sabe el diablo por viejo que por diablo. Y si quien asesora es alguien que ha sufrido los mismos problemas… Si Woo Kim, flamante ganador del Sony Open, las ha pasado canutas con el putter, pese a que ya había saboreado tres veces las mieles del triunfo en el PGA Tour antes del torneo hawaiano. Este palo traía desesperado al surcoreano, que ha escalado a la octava posición de la FedEx con su cuarto éxito.

Su estilo de pateo era convencional hasta que el pasado septiembre hizo caso a un maestro como Adam Scott, compañero de equipo en la Presidents Cup. El australiano sabe de primera mano lo que se padece en los greenes y le sugirió a Kim que probara con el putter escoba. Las estadísticas del asiático en el PGA Tour con este palo le habían hecho perder 0,4 golpes por ronda respecto a la media en la temporada 21-22. Necesitaba un revulsivo. Y, a los hechos nos remitimos, ha surtido efecto.

Bien es cierto que antes de la derrota por equipos ante Estados Unidos, Kim había quedado quinto en el Donghae Open, pero había enlazado 27 torneos consecutivos del circuito americano sin un solo Top 10, desde el Sanderson Farms (3 de octubre de 2021), donde fue octavo. Estaba amargado y la inestimable ayuda de Scott le ha valido. Dos semanas después de la Presidents, fue octavo en el Shriners y el domingo se coronó en la segunda cita de 2023.

Pero no sólo el putter escoba ha sido clave para el triunfo de Si Woo Kim, quien venció en su primer torneo en su año de debut en el PGA Tour en 2016 (Wyndham) y se hizo un hueco en la historia al vencer en 2017 en The Players con 21 añitos, el más joven de los triunfadores en el llamado quinto grande. De hecho, el chip que embocó en el hoyo 17 en la ronda final resultó definitivo. La bola no estaba bien colocada y el surcoreano pensó que se daba con canto en los dientes si salvaba el par. Estaba nervioso y no quería arriesgar porque el golpe se las traía. «Pero justo ahí oí la ovación del 16 y supe que Buckley había hecho birdie. Entonces eso me ayudó a ser agresivo, no tenía nada que perder, y logré embocarla en el hoyo», relató el asiático, que remató la victoria con otro acierto en el 18 mientras su rival acabó con par y par.

Cualquier profesional debería leer detenidamente las declaraciones de Si Woo Kim al final el Sony Open porque demuestra la altísima presión a la que están sometidos los golfistas, aun luciendo trofeos de primer nivel en sus vitrinas. Las altas expectativas siempre han perseguido al surcoreano. «Desde los 15 años tengo presión porque ganaba bastante, aunque luego lo pasé un poco mal al final de mi carrera amateur. También fue difícil cuando jugué la Escuela y después en el Korn Ferry. Ganar como novato en el PGA Tour y un año después en The Players también hizo que las expectativas se dispararan y fueran muy, muy altas. Es difícil saberlo gestionar», subrayó el surcoreano, que últimamente había bajado el nivel en las rondas finales, pero en este caso consolidó el triunfo con dos rondas de 64 el sábado y el domingo. Recuerda con una sonrisa de oreja a oreja un consejo de su padre: «No eres el mejor jugador, así que no intentes actuar como tal». Quizás por eso le sigue impresionando, pese al botín que ya atesora en el PGA Tour, competir al lado de los Rory McIlroy, Justin Thomas

Además, no sólo le vio de perlas la Presidents para escuchar atentamente a Adam Scott. También empezó a trabajar con un nuevo caddie y la actitud desde entonces está siendo otra, mucho más alegre, menos dolorosa. Ahora trata de enfadarse menos o no hacerlo con un mal golpe y mucha responsabilidad es de Manny Villegas, ex jugador y hermano del profesional Camilo Villegas: «Me tomo mejor las cosas, no me estreso y eso se ha notado en este torneo», asegura Si Woo Kim realzando la gran ayuda del colombiano que le lleva la bolsa: «Sabe mucho, no sólo hablo de golpes, también de la hierba, del viento…», constata.

El buen balance tras cambiar al putter escoba y al contratar a un nuevo caddie tiene que consolidarse en el futuro. Es el gran desafío de Si Woo Kim, que también vincula su buena actitud a que se casó el pasado diciembre. Lo normal cuando uno gana es precisamente disparar las expectativas, su gran enemigo. Le toca demostrar en las próximas semanas y meses si de verdad ha aprendido a gestionar la presión y reduce su nivel de expectativas para que saque a relucir su mejor golf. Si controla su cabeza, no hay duda de que seguirá dando muchas alegrías al golf surcoreano. Por cierto, para jugador alegre y con ganas de pasarlo bien, nadie mejor que su compatriota Tom Kim, un chaval al que da gusto verlo competir… y que ganó dos veces en su debut en el PGA Tour.