Sergio García (-4) ha terminado el THE PLAYERS Championship con una vuelta final de 71 golpes. Se marcha de Sawgrass con cuatro tarjetas iguales y la sensación de que se podría haber metido en la pelea por el torneo o, al menos, por el top 5. El juego, desde luego, ha estado para ello, más allá de algún borrón que otro aquí y allá del que, por otro lado, casi ningún jugador está exento.
Sergio tiene localizado el momento justo donde se le escapó la posibilidad de hacer algo muy importante esta semana. Fue a las ocho y veinte de la mañana, hora local en Florida, una y cuarto de la tarde en España. Sergio pegó un tiro inmaculado en el 17, perfecto, justo en la línea que quería. Tan bueno fue el golpe que llegó a pensar en meterla de uno y, sin embargo, un exceso de efecto de retroceso y, prácticamente, una alienación de planetas (rocío, pendiente del green…) terminó con la bola en el agua. De un birdie casi asegurado a un doble bogey. Baile fatal de tres golpes.
«El hoyo 17 me ha matado el torneo», admitía sin dudar el jugador de Borriol. «A partir de ahí me he quedado sin margen de error. Tenía que hacer un golf casi perfecto para poder lograr un buen resultado. Ha sido una pena, pero es golf, esas cosas pasan», aseguró resignado en su atención a los medios de comunicación españoles tras acabar el torneo.
La sensación de Sergio es lógica, natural y absolutamente legítima. Ahí se quedó sin opciones de ganar el torneo. Era la oportunidad de ponerse -6 con toda una vuelta por delante y el líder a sólo tres golpes.
Sin embargo, sí ha tenido opciones de luchar por un top 10 o incluso mejor. Su inicio de cuarta ronda ha sido muy bueno, con dos birdies de fábula en los hoyos 4 y 5. No se pueden jugar mejor esos dos hoyos. Además, acto seguido pegaba una madera 3 antológica en el hoyo 6, de 317 yardas, y se dejaba un aprochito a bandera de unos 65 metros. La posibilidad de birdie era muy real y se habría puesto con -6, a dos golpes del liderato en esos momentos y metido de lleno en el top ten. Pero un approach algo conservador y tres putts lo frenaban de golpe. Después, otro putt corto errado en el 7 lo dejaba ya fuera del radar. Ahí se le ha escapado la opción de hacer un gran resultado esta semana.
Aún así, Sergio ha seguido peleando, su actitud en el campo es fuera de serie, no baja nunca los brazos, ni siquiera aunque el golpe no le haya gustado nada y se marcha del THE PLAYERS con muchas cosas buenas. Ha recuperado muy buenas sensaciones con el swing. Se despide de Sawgrass mejor de lo que llegó y, sobre todo, con la idea clara de lo que tiene que seguir afilando para las próximas citas. Además, con el putter ha tenido una semana de lo más sólida, y ya van dos consecutivas.
